CEUTA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas (PP), y la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, que este jueves le ha entregado el bastón de mando de la Ciudad Autónoma en el acto institucional de toma de posesión de su cargo, han coincidido durante sus intervenciones en la necesidad de que las dos administraciones prioricen "la colaboración institucional" para abordar juntas los problemas "de interés nacional" que sufre la localidad norteafricana derivados de la presión migratoria o la falta de inversiones en la frontera y el puerto.
En su discurso, el presidente de Ceuta, que ha gobernado con mayoría absoluta desde 2001 y que desde ahora tendrá que hacerlo en minoría, ha reclamado del Ejecutivo central "el trato que requiere nuestra singular condición de ser, junto con Melilla, la única frontera terrestre de Europa en África, con todo lo que ello trae consigo, en particular, en lo que concierne a la presión migratoria y sus consecuencias".
Vivas ha reivindicado "sensibilidad y respuesta" para "acometer las inversiones y el esfuerzo en medios que, desde hace tiempo, mucho tiempo, la frontera y el puerto precisan" y "para que Ceuta no tenga que asumir por el hecho fronterizo una carga migratoria superior a la que podemos soportar y nos corresponde por tamaño y capacidades".
"Estamos ante un problema de alcance nacional y como tal debe ser abordado", ha advertido el líder regional del PP, que ha incidido en que "la estabilidad y la gobernabilidad de Ceuta está asociada, de manera inequívoca, al interés nacional". En esa línea ha coincidido con Carcedo en la conveniencia de "ceder en lo accesorio para coincidir en lo fundamental".
"La de entenderse es la opción que, a través de las urnas, han elegido los ceutíes", ha recordado antes de insistir en que "tenemos problemas, algunos de mucho calado, pero no somos un problema". La ministra ha ofrecido a Vivas una "amplia y sincera disposición al acuerdo" y ha pedido al nuevo Ejecutivo regional "cooperación institucional" para, "desde el respeto a nuestras competencias", impulsar iniciativas conjuntas "en beneficio de la ciudadanía" con independencia de su color político.
El presidente ha dicho que la Educación debe ser "la piedra angular" de la legislatura para "facilitar la inserción laboral de los futuros demandantes de empleo y para cultivar el respeto, la convivencia, la concordia, el juicio crítico, la libertad, el afán de superación, la curiosidad por descubrir y el deseo de aprender".
CONVIVENCIA PARA "SOBREVIVIR"
También se ha comprometido a "definir" una estrategia económica "que apoye a los autónomos; dé seguridad jurídica al sector inmobiliario y de la construcción con un nuevo Plan de Ordenación Urbana; y divulgue eficazmente nuestros atractivos fiscales y económicos". Otra de sus prioridades es tener "buenas conexiones tanto con la península como con Marruecos" y una Administración "ágil, eficaz y bien dotada", tanto "para asegurar el buen funcionamiento de los servicios" como para "combatir los empadronamientos ficticios, las construcciones ilegales o las infracciones de la normativa medioambiental".
"Nos enfrentamos a debilidades y amenazas, pero también existen fortalezas y oportunidades de esperanza y de orgullo por esta tierra hermosa y mágica por las dos esencias que definen la personalidad de nuestro pueblo: el amor a España y la convivencia entre personas de diferentes credos y razas", ha terminado.
"El arte de vivir compartiendo espacios, afectos, afanes y sueños es real, posible y edificante", ha defendido Vivas, que ha exigido "respeto y la tolerancia" para "sobrevivir: para no dividir a los ceutíes; para no sembrar la discordia o el enfrentamiento; para no contaminar nuestros corazones con el odio o el rechazo al otro; para no herir de muerte el futuro de nuestro pueblo".
Vivas descartó durante la campaña de las elecciones municipales alcanzar cualquier tipo de acuerdo de investidura o gobernabilidad con Vox al considerar su discurso "incendiario" para la convivencia en una ciudad en la que la población se reparte casi a partes iguales entre las comunidades cristiano-occidental y árabo-occidental. Igualmente tradicionales e influyentes pero mucho menos numerosas son la hindú y la hebrea.
