MADRID (Por Gloria Vázquez)
Kristen Stewart es la mujer más envidiada del momento, no sólo por haber mantenido una relación real con Robert Pattinson sino que ha venido acompañada a España por dos de los personajes más atractivos del panorama internacional.
La actriz que interpreta a Bella se debate en esta nueva saga entre su amor por Eduart y los nuevos sentimientos que crecerán en torno a su amigo Jacob. Quien en esta última entrega se transformará en un licántropo, más conocido como hombre lobo.
La actriz, que tras protagonizar varias portadas junto a su compañero de reparto Robert, quiere mantener su vida privada al margen del trabajo. No obstante, resulta algo complicado cuando los rumores de sus gestos cariñosos entre sus viajes de Londres y París les persiguen.
-¿Defiendes la virginidad hasta el matrimonio de la misma manera que ocurre en la película con los personajes?
-Es una pregunta muy común cuando se sale de Estados Unidos sobre la defensa de la abstinencia. A mí lo que me parece muy dulce es que Edward sea una persona que quiera proteger mi virginidad, ya que eso refleja que él viene de otra época. Refleja que tiene una moralidad propia de otro periodo. Yo siempre defiendo los personajes porque la lucha de los personajes pro preservar su relación es fascinante, ya que lo más usual es que cuando las complicaciones aparezcan en una pareja se rompa. El hecho de esperar para casarse para mantener relaciones es una gran muestra del contraste de épocas en las que han nacido.
-¿Qué opinas de esta segunda parte de la película?
-'Luna Nueva' es mi libro favorito de los cuatro que hay. Fue un poco intimidante afrontar este proyecto por lo que suponía para mí personalmente. Tuvimos mucho tiempo entre medias hasta el punto de que yo pude hacer otra película que nada tenía que ver con Bella. Por suerte somos todos muy amigos, tenemos una gran relación. Aunque parezca mentira aún siendo actriz necesito sentir esa conexión con los personajes con los que interpreto. Estaba un poco nerviosa al principio, pero en cuanto llegué al rodaje me fui calmando, sobre todo porque se cuenta desde la perspectiva de Bella. Había tanto material, que no se pudo meter en el libro, que me resultó muy fácil prepararme el personaje. Lo único que tuvimos que hacer es ponernos de acuerdo entre todos los personajes y contar la misma historia desde el mismo punto de vista. En cuanto superé esta fase pude ser todo lo vulnerable que el personaje requería, mucho más que en la anterior.
-¿Cuál es tu parte favorita de la película?
-Una de las partes que más me ha gustado de este film es que el director nos ha dado la oportunidad de respirar y hacer nuestras las escenas, y eso es genial. Me quedo con un momento en el que decidimos cambiar la forma de rodar una escena, en la que en vez de decir un texto preferimos sellarlo con una mirada que transmitía mucho más. Creo que he de corregir lo que dije en una ocasión que me preguntaron lo mismo ya que contesté que mi mejor momento fue cuando terminamos de rodar la película. No expliqué por qué. El último lugar en el que rodamos es Italia y es completamente diferente a cómo habíamos estado en Vancouver. El tiempo es parte de la película, y para el personaje está fenomenal y más para mí que soy como un chihuahua y estoy todo el día temblando, que para el personaje le va fenomenal porque si tuviera que estar fingiéndolo sería más complicado. Viajar a Italia supuso muchas experiencias, todo era nuevo, no estar rodando en un plató y experimentar tantas cosas. Había mucha presión en esa parte del rodaje porque es la parte más importante del libro. Estuve corriendo por allí durante cuatro días. En el momento en que dijeron "corten" me di cuenta de lo cansada que estaba y lo contenta del trabajo bien hecho. No suelo emocionarme al terminar las películas pero en esta ocasión era diferente.