MADRID 5 Mar. (Por María José Moreno) -
Rosana es ya una de las mejores cantautoras españolas. Le canta al amor y al desamor, pero sobre todo al optimismo, como es el caso de su último trabajo 'A las buenas y a las malas', donde la canaria asegura que "hay que curar la crisis de sonrisas" y que debemos imprimir fuerza y poner toda nuestra fe en las personas para que las cosas cambien.
- ¿A la luz de qué surge este trabajo?
- Surge, un poco como todos los trabajos, de la necesidad.
- ¿Esa necesidad es lo mismo que una terapia?
- Escribo canciones, porque es una de las cosas que más me puede gustar del mundo. Y si le llamamos terapia a quedarme desnuda delante de un papel... pues sí, es eso (ríe).
- ¿De qué modo compartes tus canciones?
- Desde un deseo irrefrenable.
- ¿Cómo definirías este disco?
- Como un arma para demostrar lo que siento y dejar patente mi fe, una vez más, en el ser humano. Todo esto lo resumo en la frase "llegaremos a tiempo", porque solo pueden contigo si te acabas rindiendo, si disparan por fuera y te matan por dentro.
- ¿'A las buenas y a las malas' es un poco como los mejores y peores momentos de Rosana?
- A las duras y a las maduras, no se puede estar solo en la calle y con la gente cuando las cosas van bien, sino también cuando no todo está tan bien.
- ¿Te refieres al mundo?
- Sí, quiero provocar cada vez más sonrisas, que de eso sí que hay crisis. La huella que deja un mundo sin sonrisas no se borra con tanta facilidad.
- ¿Por qué crees que es?
- Porque está todo descolocado, hay una falta seria de principios y valores, porque se ha justificado durante demasiado tiempo eso de 'todo vale' y no creo que las cosas hayan de ser así.
- Una vez terminado un disco, ¿te paras a escucharlo y a sacar posibles fallos?
- La verdad es que lo canto mas que escucharlo, aunque a veces lo escucho para saber qué es lo que no volvería a hacer (ríe). De todas formas, en los años 50 las cosas se hacían mejor que ahora, porque las canciones se cantaban muchas veces y luego se grababan, y no al revés. Algunas veces siento que imprimo más fuerza en los conciertos que cuando grabo (ríe), supongo que tendremos que cambiar las formas otra vez.
- Tienes mucha fuerza, ¿te consideras una mujer optimista?
- Soy optimista congénitamente, eso va por vena. No es que vea un mundo que no existe, sino que veo lo que hay y pretendo imprimir energía para cambiar las cosas.
- ¿Hay días malos encima del escenario?
- En el escenario no existen esos días, las cosas bonitas son de ida y vuelta. Cuando estoy 'bajita' el público me puede, y cuando es al revés soy yo quien les puede a ellos.
- Si pudiéramos husmear en tu camerino, ¿qué encontraríamos?
- Fruta, agua, refrescos y mucha gente del equipo entrando y saliendo y partiéndose de risa. No tengo cosas raras, soy más excéntrica en el alma que en el camerino.
- ¿Qué pieza no puede faltar, además de la guitarra, cuando estás de gira?
- Mi gente, los que son mi familia profesional.
- ¿También te llevas a los tuyos?
- A veces... cuando se dejan (ríe). Lo que nunca me falta, de todas formas, es un mensaje o una llamada de la familia y los amigos.
- ¿Cuando empezaste accedían más a acompañarte?
- Me acuerdo que todos me decían que si no podía sacar cinco minutos de ninguna parte para hablar con ellos, y es que muy poca gente sabe que en esto se trabajan las 24 horas del día. Así que opté por proponerles que eligieran el día que quisieran y que estuvieran todo el rato pegados a mi. Cuando vieron la cantidad de trabajo y los ritmos... ninguno quiso volver (ríe). Desde entones solo vienen a los conciertos.
- Vienes de una familia numerosa, ¿gustó en tu casa la idea de que te dedicaras al mundo de la canción?
- He tenido la suerte de que no he tenido que tirar nunca sola de mis sueños. Soy la más chiquitita de todos y me han consentido hasta eso (ríe). Siempre me enseñaron que lo importante en la vida es perseguir los sueños con honestidad, perseverancia y sin necesidad de pisar la cabeza de nadie.
- Con esas reglas, ¿podemos conseguir todo lo que nos propongamos?
- Absolutamente todo.
- ¿Estás justo donde querrías estar?
- Estoy a gusto, aunque no sé si este será el sitio donde quiera estar mañana. Tener a mis amigos y familia cerca, y una suerte increíble de que el éxito no se haya llevado lo que quiero por delante no es un mal resumen (ríe).
- En tu vida personal, ¿intimida una mujer con éxito?
- No, porque además no suelo darle de comer a mi ego. El éxito de mi carrera es de mis canciones, porque la gente ha querido dárselo. Soy una persona que tiene la suerte de dedicarse a lo que más le gusta, pero no me siento especial.
- Pero si tu ego despegara los pies del suelo, ¿quién sería el encargado de volver a amarrarte?
- Los míos son los encargados de hacerme unas tomas de tierra increíbles, y ya estoy un poco enfadada (ríe). A veces les digo "mirad qué canción más buena he hecho" y ellos me responden "a ver si te vas a creer algo" (ríe).
- Si tuvieras que ponerle banda sonora a tu vida, ¿cuál sería?
- "Supercalifragilísticoespialidoso" (ríe).
- ¿Qué faceta profesional te queda por explorar?
- Me quedan por hacer un montón de cosas, entre ellas escribir mi mejor canción, hacer mi mejor directo, ser mejor persona... ¡Tengo un mundo por delante!
- En ese mundo, ¿cabe la posibilidad de ser madre?
- Los bebés no son objeto de mis entrevistas (ríe).
- ¿Salud, dinero, amor o trabajo?
- La escala perfecta para mi es salud, amor, trabajo y dinero.