LOS ÁNGELES, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Bar Refaeli no puede casarse con Leonardo DiCaprio: su religión se lo prohibe. Por lo visto, un grupo de activistas judíos llamado Lehava quiere impedir que la supermodelo contraiga matrimonio con el conocido actor. ¿La razón?: Pertenecer a religiones diferentes. No sabemos en qué terminará toda esta historia pero esperemos que a Bar no se le olvide aquello de que en el amor todo vale.
Según publica el periódico británico 'The Sun' un grupo de extremistas judíos quiere que la relación entre Bar y Leonardo se rompa.
Y es que los activistas tienen miedo de que si el enlace matrimonial se lleva a cabo, la posible futura generación judía de Bar acabe, puesto que DiCaprio pertenece a la religión católica.
Por eso decidieron mandarle una carta a Refaeli advirtiéndola de que se alejara de su actual novio.
"No fue una casualidad que nacieras judía. Tu abuela y tu tatarabuela nunca soñaron con que uno de sus descendientes un día acabara con las futuras generaciones judías", ponía en la carta.
Detrás de todo esto está el político de extrema derecha israelí Baruch Marzel, líder del Frente Nacional Judío.
Marzel insistió en que Bar tenía que reaccionar y "mirar hacia delante y hacia atrás también y no sólo al presente".
"No te cases con Leonardo DiCaprio. No perjudiques a las generaciones futuras", apuntó Marzel.
También quiso dejar claro que "no tengo nada en contra del señor DiCaprio. No tengo ninguna duda de que es un actor con mucho talento".
En unas declaraciones ofrecidas a 'The Jerusalem Post' el pasado lunes, el líder político explicó su actuación.
"Alguien como Bar Refaeli, que es un personaje famoso, debería estar avergonzado por traicionar al judaísmo de esta manera", dijo.
También confesó que se vio obligado a mandarle la carta para solucionar este problema.
"Lo estoy intentando de todas las maneras. Pensé en llamarla pero nunca habría contestado, así que le mandé la carta", continuó.
Para concluir, Marzel confesó que tenía "muchos" ejemplos de notables mujeres israelíes que, después de su intervención, habían roto con su pareja no perteneciente al judaísmo para seguir el camino y "ser unas buenas chicas religiosas". Pero no quiso dar nombres.
