MADRID, 14 May. (CHANCE) -
Una de las bandas británicas más punteras de su época se encuentra en serios problemas. La famosa frase "hacienda somos todos" les está sonando mucho a tres de los componentes de Take That. Gary Barlow, Howard Donald y Mark Owen deberán devolver a la hacienda británica más de 24 millones de libras (unos 29 millones de euros aproximandamente). La decisión la ha tomado la justicia británica después de destapar una sociedad en la que participaban los tres, y que en realidad era una tapadera para evadir impuestos.
Los tres artistas invirtieron unos 81 millones de euros en una supuesta asociación dedicada a la industria musical llamada Icebreaker. Los tribunales británicos han manifestado en su resolución judicial que esa asociación tenía como único objetivo evadir impuestos a Gary, Howard y Mark. Los abogados de los componentes de Take That han afirmado que sus clientes pensaron en todo momento que Icebreaker era legal y su actividad totalmente legítima.
Gary Barlow ha sido uno de los que más polémica ha levantado. Miles de británicos han pedido que devuelva la medalla de la Orden del Imperio Británico. El primer ministro, David Cameron, ha salido en su defensa y ha afirmado que se conforma con que devuelva el dinero que debe a hacienda.
Los únicos componentes que no han sido investigados son Robbie Williams y Jason Orange. Ahora Take That vuelve a estar en el ojo del huracán, lejos queda ya su exitoso reencuentro en la versión británica de Factor X en 2010.

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