MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los Júpiter calientes, que orbitan alrededor de 20 veces más cerca de sus estrellas madre que la Tierra respecto al Sol, pueden formarse y migrar hacia sus estrellas en tan sólo unos pocos millones de años.
Un equipo internacional de investigación, dirigido por el astrónomo francés Jean-François Donati, ha obtenido evidencias preliminares de planetas extrasolares similares a Júpiter que, aunque probablemente se formaron lejos, se mueven rápidamente para cerrar órbitas alrededor de sus jóvenes estrellas.
El descubrimiento, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS), ayudará a los astrónomos a comprender mejor cómo los sistemas planetarios como nuestro propio sistema solar se formaron y evolucionaron hacia la madurez.
Scott Gregory, de la Universidad de St Andrews, y co-autor del estudio, dijo: "Estas estrellas infantiles tienen el equivalente de una semana de edad, si su esperanza de vida de 10.000 millones de años se pusiera en la escala de una vida humana ".
En nuestro sistema solar, los planetas rocosos como la Tierra o Marte se encuentran cerca del Sol, mientras que Júpiter y Saturno orbitan mucho más lejos.
En 1995, un planeta gigante fue descubierto muy cerca de la estrella anfitriona. Desde entonces, los astrónomos han demostrado que tales planetas deben formarse en las regiones externas del disco protoplanetario y, a continuación, migran hacia el interior pero sin precipitrarse hacia su estrella madre.
Esto podría ocurrir muy temprano en sus vidas, cuando todavía están incrustados dentro de su disco primordial, o mucho más tarde, una vez que los múltiples planetas se forman e interactúan en una coreografía mutua bastante inestable. El equipo de investigación ha descubierto ahora la evidencia preliminar de que el primer escenario es el más verosímil.
El descubrimiento fue observado por el telescopio Canadá-Francia-Hawai (CFHT) es Mauna Kea, un volcán inactivo de la isla de Hawai. Mirando a las estrellas recién nacidas en la guardería estelar Tauro a unos 450 años luz de distancia de nosotros, el equipo se fijó en una joven estrella apodada V830 Tau, que exhibía las firmas que se asemejan a las de un planeta con 1,4 veces la masa de Júpiter orbitando 15 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol.
Aunque potencialmente muy reveladoras sobre la formación de planetas, las estrellas jóvenes son extremadamente difíciles de observar.
