Glaciares antárticos aceleran su movimiento hasta un 22% en verano

Fotografías aéreas de los glaciares de la Península Antártica.
Fotografías aéreas de los glaciares de la Península Antártica. - DR ANNA E. HOGG, UNIVERSIDAD DE LEEDS
Actualizado: lunes, 27 febrero 2023 17:23

   MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Los glaciares de la costa antártica fluyen con mayor rapidez en verano debido al deshielo y al calentamiento de las aguas oceánicas, según publican los investigadores en la revista 'Nature Geoscience'.

   Por término medio, los glaciares recorren alrededor de un kilómetro al año, pero el nuevo estudio ha descubierto una variación estacional en la velocidad del flujo de hielo, que se acelera hasta un 22% en verano, cuando las temperaturas son más cálidas. Esto da una idea del modo en que el cambio climático podría afectar al comportamiento de los glaciares y del papel que podrían desempeñar en el aumento del nivel del mar.

   Hasta ahora, el estudio de la escarpada península antártica ha sido limitado debido a las dificultades que encuentran los científicos para acceder a los glaciares y realizar trabajos de campo, pero desde el espacio, los avances de la tecnología por satélite están revelando nuevos datos sobre la velocidad a la que los glaciares se mueven y drenan agua hacia el océano circundante.

   La Península Antártica es la mayor reserva de agua congelada de la Tierra. Se estima que entre 1992 y 2017, el agua de deshielo de los glaciares aumentó el nivel global del mar en unos 7,6 mm. Cómo puede cambiar esto en el futuro es una de las grandes incertidumbres en la modelización del cambio climático.

   Un equipo de investigadores, dirigido por científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido), ha utilizado más de 10.000 imágenes de satélite, tomadas sobre la Península Antártica entre 2014 y 2021, para comprender cómo el flujo de los glaciares hacia las aguas que rodean la Antártida se altera durante los periodos más fríos y más cálidos.

   Ben Wallis, investigador doctoral y primer autor del estudio, señala que "una de las conclusiones importantes de este estudio es que revela lo sensibles que son los glaciares de la Antártida al medio ambiente. Hace tiempo que sabemos que los glaciares de Groenlandia tienen un comportamiento estacional, pero es ahora cuando los datos obtenidos por satélite han mostrado un comportamiento similar en la Antártida", añade.

   La Península Antártica es la región más septentrional y cálida de la Antártida. Tiene 1.000 km de espina dorsal montañosa, similar a la longitud de la costa este de Gran Bretaña, y alberga un rico ecosistema marino de focas, pingüinos y ballenas. A lo largo de la costa oeste de la península, los glaciares drenan el hielo de la capa de hielo directamente al Océano Antártico.

   El análisis de los datos obtenidos por satélite demostró que la aceleración de los glaciares se produce en verano, cuando la nieve se derrite y aumenta la temperatura de las aguas del Océano Austral. Se cree que el agua de la nieve derretida actúa como lubricante entre la capa de hielo y la roca subyacente. Como resultado, se reduce la fricción y aumenta la velocidad a la que se deslizan los glaciares.

   Además, las aguas más cálidas del Océano Austral erosionan la parte frontal del hielo en movimiento, lo que reduce las fuerzas de refuerzo que ejerce para resistir el flujo de hielo.

   La doctora Anna Hogg, catedrática asociada del Instituto de Ciencias Climáticas y Atmosféricas de Leeds y autora del artículo, señala que "la Península Antártica ha experimentado uno de los calentamientos más rápidos de todas las regiones de la Tierra. La continuación de trabajos como éste ayudará a los glaciólogos a controlar la rapidez con que se producen los cambios, lo que permitirá evaluar con precisión cómo responderá el hielo de la Tierra al cambio climático".

   El satélite Copernicus Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea y la Comisión Europea, cuyos datos se utilizaron en este estudio, realiza un seguimiento semanal de toda la costa de la Antártida.

   El satélite está equipado con un radar de apertura sintética que puede "ver" a través de las nubes, lo que permite realizar mediciones de los glaciares tanto de día como de noche.

   En palabras de Craig Donlon, de la Agencia Espacial Europea, "este estudio pone de relieve cómo las imágenes de alta resolución obtenidas por satélite pueden ayudarnos a seguir la evolución del medio ambiente en regiones remotas. Los futuros satélites, como la familia de misiones de expansión Copernicus Sentinel --continúa--, prometen aportar una continuidad y unas capacidades mejoradas que permitirán profundizar en el conocimiento de las características y los procesos que rigen el equilibrio de masas de hielo y el aumento del nivel del mar".