MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los secretos para predecir los tan temidos efectos del cambio climático podrían esconderse en los restos del pasado. Un grupo de científicos españoles investiga con fósiles de distintas especies para predecir cuales serán los efectos del cambio climático en la biodiversidad. Esta técnica, conocida con el nombre de 'hindcasting', consiste en reconstruir a partir de estos restos fósiles cuál era la distribución de una especie determinada en el pasado y compararla con la actual. Así se consiguen ver cuáles fueron los efectos que los cambios en el clima tuvieron en el pasado para una especie lo que permite calcular cuales pueden ser en el futuro.
Este estudio utiliza 16 modelos bioclimáticos para descifrar los efectos que tendrá el inminente cambio climático en las especies animales. Así se recoge en el artículo que ha publicado en el último número de la revista 'Science' el investigado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Miguel Araújo, que trabaja en el Museo de Nacional de Ciencias Naturales.
En su artículo, elaborado en colaboración con el investigador del Centro de Macroecología del Instituto de Biología de Copehhage (Dinamarca), Araújo señala que el resultado de estos trabajos revela que los modelos que mejor reflejan la distribución actual de las especies son los más recientes y complejos, especialmente los basados en programas de inteligencia artificial y en el análisis de las especies en comunidades. Pero alerta de que todos ellos cometen un error: tratan de hacer previsiones de cómo afectará el cambio climático a las especies animales pero sólo basándose en su distribución actual.
Y para solventar este error, propone dos alternativas: el 'hindcasting' y la evaluación de los modelos con distribuciones en otras regiones. La primera de estas técnicas tiene a su favor que no sólo utiliza los datos actuales, sino que también cuenta con el apoyo de lo ocurrido en el pasado. Pero tiene un gran inconveniente, sólo se puede basar en el análisis de aquellas especies de las que se dispone de un archivo fósil. En cuanto a la segunda de las propuestas, ya ha sido aplicada con éxito en el estudio de las plantas de los alpes austríacos, cuya distribución, relacionada con el clima de los alpes suizos, ha sido calculada por un grupo de científicos.
ESPAÑA, SIN AGUA
En cuanto a lo que a la Península Ibérica se refiere el científico del CSIC ve una clara amenaza: la reducción de las lluvias. Y en este sentido destaca que esta reducción de las precipitaciones se dejará notar sobre todo en los meses de invierno y primavera y puede causar estragos en los próximos 50 años.
Y para intentar paliar los desastrosos efectos que la ausencia de lluvias podría tener en nuestro territorio Araújo propone dos medidas que se deberían adoptar con urgencia. La primera de ellas consiste en "minimizar la magnitud de las alteraciones globales" y para ello propone utilizar de forma efectiva los mecanismos establecidos en el Protocolo de Kyoto. En segundo lugar el científico español alerta de la necesidad de adoptar reglas a la hora de plantear la ordenación del territorio "que tengan en cuenta las necesidades de las especies".