MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de La Universidad de Stanford (EE.UU.) han creado una molécula expandida de ADN con una doble hélice mucho mayor que la encontrada en la naturaleza.
Además de ser más resistente al calor que el ADN natural, la nueva versión brilla en la oscuridad, una propiedad que puede ser útil para detectar defectos genéticos en seres humanos. La descripción de la nueva molécula, denominada 'xDNA' (en español sería ADNx), se publica ahora en la última edición de la revista Science. El ADN natural posee la forma de doble hélice, dos cadenas paralelas de información genética unidas como una escalera de caracol, en la que cada uno de los peldaños, consistente en dos unidades complementarias llamadas 'bases', se unen en los llamados 'pares de bases'.
En la naturaleza existen cuatro bases: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). El ADN humano consiste en alrededor de tres millones de pares de bases A-T y G-C, distribuidos en secuencias específicas que contienen todas las instruccioines genéticas necesarias para formar un ser humano sano. Sin embargo, si tan solo un solo par de bases altera su orden, el código genético completo se puede ver afectado y dar lugar a defectos de nacimiento o a enfermedades crónicas como el cáncer o la drepanocitosis.
"Las bases son las que cuentan y lo que nosotros hemos hecho ha sido cambiarlas", indican los autores del presente trabajo. Los científicos han emparejado A con T normal (xA-T) y expandieron T con una base normal de A (xT-A). Con este orden, los investigadores pudieron sintetizar una doble hélice que podría estirarse lo suficiente como para sostener todo un conjunto expandido de pares de bases. El resultado es una forma de ADN estable que tiene un tamaño 20 veces mayor que el ADN natural.
En la naturaleza, el ADN porta la información hereditaria que se pasa de una a otra generación. Por ahora el nuevo xDNA no se puede replicar, por ejemplo, para desarrollar códigos genéticos funcionales. "Es demasiado grande, pero pensamos que tal vez algún día podría servir como material genético para una nueva forma de vida en la Tierra o en otro planeta", indican los autores del nuevo estudio.