Un estudio recomienda a los alérgicos vivir en pisos bajos y en el campo mejor que en la ciudad

Europa Press Ciencia
Actualizado: jueves, 24 junio 2004 18:30

VALLADOLID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio basado en las características clínicas y sociales de 18.000 enfermos y realizado por la doctora del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, Alicia Armentia, recomienda a los alérgicos vivir en pisos de baja altura y, preferiblemente, en el medio rural.

El historial de los 18.000 enfermos, de quienes se recogían datos como el piso en el que vivían, sirvió para relacionar la clínica alérgica de esos pacientes con su patología y con algún factor de riesgo que pudiera hacer que algunos estuvieran más afectados que otros.

De este modo, lo primero que se observó fue que, contradictoriamente, los pacientes que procedían del campo eran menos sensibles a los pólenes que los urbanos "y eso era paradójico porque la gente del campo está rodeada de vegetación", apuntó Armentia en declaraciones a Europa Press Televisión.

Tras llegar a esta conclusión, Alicia Armentia comenzó a estudiar, hace cinco años, los pólenes del campo y de la ciudad a través de la recogida de muestras y su análisis, momento en el que comprobó que los pólenes de la ciudad eran mucho más agresivos y tenían mayor concentración proteíca que los del campo.

LA CONTAMINACION AGREDE AL POLEN.

"Los pólenes de la ciudad están más agredidos, más estresados y sometidos a contaminación, a cosas que le hacen daño, por lo que los pólenes se defienden sintetizando proteínas de defensa --alergenos--, que son los que causan los problemas clínicos", explicó la experta, quien matizó que cuanto más agredido está el polen, más proteínas alergénicas tiene.

La consideración de la altura de la vivienda como un factor de riesgo responde al hecho de que los pólenes, a lo largo del día y debido a corrientes y a cambios en la temperatura del aire, van ascendiendo y permanecen sobre la capa de contaminación durante la mayor parte del día para, llegada la noche, descender.

"Nuestra actividad en el medio urbano la desarrollamos generalmente en pisos altos, por lo que vimos que había correlación entre este hecho y la clínica alérgica, ya que tenían más asma y más grave los que vivían en pisos altos", explicó Alicia Armentia, quien anunció que se espera que en 2020 la mitad de la población de España será alérgica.

Estas nuevas teorías rompen con la creencia que se mantenía hasta ahora sobre el carácter nocivo de la naturaleza para los alérgicos, y la propia experta reconoce la paradoja. "Nosotros no pensábamos que iban a salir más afectados los de los pisos altos porque pensábamos que los que vivían a ras del suelo, al tener más cerca la vegetación, iban a estar más afectados", apuntó la experta.

VIVIR EN PISOS BAJOS Y EN EL CAMPO.

Las recomendaciones para las personas que padecen alergia se centran, por tanto, en la posibilidad de elegir pisos bajos para vivir y en el medio rural, además de cuestiones cotidianas como mantener las ventanas cerradas e instalar un filtro para pólenes en los sistemas de aire acondicionado en casas y coches.

"Hay que evitar salir a la calle al anochecer o al amanecer, que es cuando más polen hay, y no tener miedo de ir a la naturaleza", señaló la especialista en Alergología, quien asimismo destacó que las condiciones meteorológicas afectan también a las personas que padecen alergia.

"En horas previas a la tormenta hay viento y éste hace volar los pólenes, entonces la sensibilización puede ser mayor ya que hay muchos pólenes en movimiento, aunque además la humedad rompe el polen y éste deja escapar las proteínas alergénicas", ilustró Armentia, quien advirtió de que antes de las tormentas no se debería salir ya que es el momento "más peligroso".

Posteriormente, cuando llueve, llega el momento para los alérgicos de salir a la calle "ya que el agua de la lluvia pega el polen al suelo y sería un buen momento para poder salir", al contrario que cuando hace mucho calor, ya que todas las gramíneas polinizan superados los 20 grados.

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