La floración de los cerezos en el Valle del Jerte comienza con la primavera

Europa Press Ciencia
Actualizado: viernes, 21 marzo 2003 18:31

MÉRIDA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

La floración de los cerezos en el Valle del Jerte, al norte de la

provincia de Cáceres anuncia cada año la llegada de la primavera. En

un periodo de quince días, el manto blanco de las flores de los

cerezos cubre el Valle del Jerte, un fenómeno que atrae anualmente la

atención de miles de visitantes de toda España y el mundo. Tras la

floración de los cerezos comienza la recogida del fruto.

Las cerezas, desde finales de abril, están listas para comer, pero

hay que esperar hasta primeros de junio para apreciar el sabor de las

picotas cuya recolección se alarga hasta primeros de agosto. Según

las condiciones climatológicas imperantes cada año, la floración del

cerezo puede situarse entre mediados de marzo y las primeras semanas

del mes de abril.

Además de su belleza, la floración significa el preámbulo de la

campaña de cerezas amparadas por la Denominación de Origen "Cereza

del Jerte", que dura desde mediados de abril hasta principios de

agosto, dependiendo de las variedades y la altitud de la plantación.

Las cerezas del Jerte se producen en una zona geográfica muy

concreta que comprende el Valle del Jerte y parte de las zonas

vecinas de La Vera y el Valle del Ambroz, al amparo de un microclima

especial. La superficie de cultivo del cerezo se eleva a 11.710

hectáreas, lo que convierte a esta demarcación extremeña en la mayor

superficie concentrada de cerezos de toda Europa.

La producción media de cerezas en los últimos años en la zona que

comprende la demarcación de la Denominación de Origen "Cereza del

Jerte" ascendió a 25.000 toneladas, de las cuales 8.000 fueron

certificadas por la Denominación de Origen "Cereza del Jerte".

El 60 por ciento de la producción total de cerezas en el Valle del

Jerte se destina al mercado nacional. El otro 40 por ciento se

exporta a los mercados europeos, concretamente a Reino Unido y

Alemania que reciben el 80 por ciento de la exportación.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen "Cereza del

Jerte" basa su modelo de producción en la calidad del producto que

repercute en la salud de los consumidores y en la preocupación por la

conservación del medio ambiente.

En tiempo de cosecha, el C.R.D.O. "Cereza del Jerte", ejerce

inspecciones y controles de producto en todos los almacenes inscritos

para supervisar la calidad de las cerezas depositadas por los

agricultores. Sólo se admiten con el identificador o contraetiqueta

numerada de la Denominación de Origen la fruta que procede de las

explotaciones y parcelas inscritas y cumplen con unas condiciones muy

estrictas en materia de calidad.

Además, diariamente se realizan análisis en laboratorios

acreditados, para detectar si contienen residuos nocivos para la

salud. Las cerezas han de cumplir con una serie de requisitos

indispensables para poder estar avaladas con el sello de calidad

"Cerezas del Jerte", tales como, procedencia, inmejorables

condiciones físicas y recolección artesanal, a mano y fruto a fruto.

Enteras, sanas, limpias y frescas, exentas de sabores y olores

extraños, son las características que definen este fruto que llega a

la mesa después de madurar naturalmente en las árboles al sol, sin

estar sometido a procesos artificiales y recogidas en su punto óptimo

de maduración.

La mayor parte del volumen de cerezas producidas en el Valle del

Jerte es conocida bajo el nombre genérico de picotas, que tienen como

diferencia esencial del resto de las cerezas el desprendimiento del

pedúnculo de forma natural en el momento de su recolección y su sabor

y textura inigualables.

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