VALENCIA 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los visitantes de l'Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias ya pueden contemplar en las piscinas del Artico a tres de las cinco morsas que llegaron hace un mes al acuario valenciano procedentes de Rusia.
Se trata de los únicos ejemplares de esta especie que existen en España que, tras superar con éxito el período de aclimatación en los tanques de cuarentena, ahora deberán acostumbrarse al contacto con el público.
Al respecto, el biólogo Francisco Torner explicó a Europa Press Televisión que "lo más importante era trabajar en el contacto de los animales con las piscinas y con sus nuevos cuidadores". Señaló que los entrenadores de las morsas las vigilan "en todo minuto", porque "es una instalación nueva para ellas, aunque ya se van metiendo poco a poco en el agua y empiezan a bucear", afirmó.
Asimismo, Torner indicó que lo más característico de este animal son sus colmillos, que pueden llegar a medir casi un metro, aunque por el momento habrá que esperar para verlos, porque se trata de ejemplares jóvenes, de unos seis meses de edad. Su peso actual es de unos 60 kilogramos, aunque un macho adulto pueden llegar a pesar 1.600 kilos y medir casi 4 metros, mientras que la hembra puede alcanzar los 800 kilos y 2,5 metros de largo.
Su alimentación actual se compone principalmente de una dieta rica en proteínas y grasas, "para que puedan mantenerse en aguas muy frías", ya que la piscina de exhibición en la que se encuentran reproduce las bajas temperaturas de su hábitat natural, comentó el biólogo. De adultos, pueden llegar a ingerir hasta 25 kilos de moluscos, crustáceos y pescado por animal y por día.
"HARENES SOCIALES"
Por otra parte, los cinco ejemplares adquiridos por l'Oceanogràfic son cuatro hembras y un macho, ya que "se trata de una especie que forma harenes sociales". El objetivo es lograr que se reproduzcan en las instalaciones valencianas, como el resto de mamíferos que viven en este acuario.
Las morsas necesitan un espacio en el que poder reposar cuando salen del agua, razón por la que se ha creado una pequeña playa dentro del espacio en el que habitan. De momento, afirmó Torner, "todavía se muestran torpes en sus movimientos, aunque poco a poco empiezan a meterse en el agua".
Con la llegada de las cinco morsas, se amplía la colección biológica que alberga l'Oceanogràfic, tras la incorporación el pasado verano de dos belugas. Ambas especies compartirán el espacio dedicado al Artico, donde se recrea esa región, mediante acantilados rocosos en la caso de las morsas y bloques de hielo para las belugas.
Por otro lado, l'Oceanogràfic ha celebrado recientemente su primer aniversario con más de 2 millones de visitantes. De esta forma, se han superado las previsiones iniciales estimadas en 1,5 millones de personas durante el primer año, lo que ha convertido a l'Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias en uno de los principales atractivos turísticos del país, junto con el Museo de las Ciencias y l'Hemisfèric, según indicaron fuentes del complejo cultural y de ocio.