Las mujeres con depresión posparto podrían desarrollar una crianza menos activa de sus hijos

Actualizado: martes, 7 marzo 2006 11:00


MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las madres que tienen síntomas de depresión entre los dos y los cuatro meses posteriores al parto podrían ser menos propensas a desarrollar tareas de crianza que supusieran una interacción activa con sus hijos, incluyendo la lactancia, los juegos y la lectura de libros, según un estudio de la Universidad de Columbia en Nueva York (Estados Unidos) que se publica en 'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine'.

Los expertos explican que las demandas de la crianza de los bebés y niños pequeños sitúan a las madres bajo un mayor riesgo de depresión. Hasta un 24 por ciento de las madres con niños de menos de tres años tienen síntomas depresivos, lo que podría a su vez afectar a sus hijos.

Los científicos estudiaron a 4.874 madres que visitaron uno de 15 centros de cuidados pediátricos del país. A las mujeres se les proporcionaba un pequeño cuestionario cuando entraban en el estudio, entre los años 1996 y 1998. Los investigadores entrevistaron a los participantes por teléfono cuando sus bebés tenían entre dos y cuatro meses, preguntándoles sobre el cuidado de sus hijos y los síntomas depresivos.

Durante estas entrevistas, el 17,8 por ciento de las madres informaron de síntomas de depresión. Entre las mujeres que daban el pecho, las madres con síntomas depresivos fueron menos propensas a seguir con la lactancia entre los dos y cuatro meses que las mujeres sin síntomas de depresión. Las madres con síntomas de depresión fueron también menos propensas a jugar con sus bebés al menos una vez al día, mostrar un libro a sus hijos al menos una vez al día o hablar regularmente con ellos mientras trabajaban.

Los investigadores no descubrieron diferencias significativas entre las madres en lo relativo a las cuestiones de seguridad para los niños como reducir la temperatura del agua excesivamente caliente o utilizar la postura correcta para dormir cuando se tuvieron en cuenta otros factores como la edad de la madre, los ingresos económicos y el nivel de educación. Esto indica que sobre todo las prácticas de crianza que suponen una relación activa con los niños se ven afectadas por los síntomas de depresión.