MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La nave de aterrizaje Morpheus de la NASA ha concluido con éxito su prueba de vuelo, la primera que hace en horario nocturno. Morpheus, que ha realizado su vuelo en las pistas del Centro Espacial Kennedy a finales del mes pasado, ha alcanzado más de 244 metros en el aire.
La nave espacial robótica --un sistema prototipo para aterrizar en otros planetas-- se elevó en el aire para escudriñar el lugar de aterrizaje usando sus sensores Light Detection and Ranging (LIDAR). En esta fase, encontró rocas de 0,3 metros de ancho cerca de la zonza desde la que había despegado.
A partir de ahí, el módulo de aterrizaje crea un mapa en 3D sobre la marcha y elige un lugar seguro para aterrizar cambiando su altitud y velocidad para ello.
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La NASA ha celebrado el éxito de esta misión en la que un equipo lleva trabajando casi ocho años. "Con este sensor se podría incluso encontrar el lugar de aterrizaje seguro en un cráter de tono negro", ha explicado la agencia espacial estadounidense.
"Una vez que esta tecnología entre en servicio, se acabará el miedo a aterrizar por los cráteres y las rocas peligrosas. Entonces se podrá aterrizar cerca de la ciencia verdaderamente interesante y cerca de los recursos que serán necesarios para una eventual colonización del planeta, y podemos hacerlo una y otra vez con seguridad", ha añadido.