MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer detector de rayos en órbita geoestacionaria, el Geostationary Lightning Mapper (GLM), está transmitiendo datos nunca antes disponibles para alertar del riesgo de tormentas violentas.
Este rastreador orbital, a bordo del satélite GOES-16, busca continuamente destellos en el hemisferio occidental, para que los meteorólogos sepan cuándo se está formando una tormenta, intensificándose y volviéndose más peligrosa. Los rápidos aumentos de rayos son una señal de que una tormenta se está fortaleciendo rápidamente y podría producir un clima severo.
Durante la lluvia intensa, los datos de GLM mostrarán cuando las tormentas están paralizadas o si están recolectando fuerza. Cuando se combinan con datos de radar y otros satélites, los datos de GLM pueden ayudar a los meteorólogos a anticiparse al clima severo ya emitir avisos de inundaciones e inundaciones rápidas antes.
En áreas secas, especialmente en el oeste de Estados Unidos, la información del instrumento ayudará a los meteorólogos, y en última instancia a los bomberos, a identificar áreas propensas a incendios provocados por un rayo, dice la NASA.
El seguimiento exacto de rayos y tormentas eléctricas sobre los océanos, demasiado distantes para el radar terrestre ya veces difícil de ver con satélites, apoyará la navegación segura para aviadores y marinos.
El nuevo mapeador también detecta el rayo en la nube, que a menudo ocurre entre cinco y diez minutos o más antes de ataques potencialmente mortales desde la nube a la superficie. Esto significa un tiempo precioso para los meteorólogos para alertar a los involucrados en actividades al aire libre de la amenaza en desarrollo.