La ballena franca, en riesgo de endogamia por la reproducción entre ejemplares de la misma región

Actualizado: viernes, 22 junio 2012 18:44

MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio sobre la paternidad de las ballenas francas australes ha descubierto un nivel sorprendentemente alto de éxito en la reproducción local de los machos, que si bien es una buena noticia para la diversidad genética global de las especies, aunque podría crear un riesgo de endogamia en estas poblaciones locales.

Los resultados del estudio, realizado por investigadores de las universidades de Auckland y Oregón, y el departamento de Conservación de Nueva Zelanda, ha sido publicado en la revista 'Molecular Ecology'.

El estudio muestra que la mayoría de las ballenas francas que nacen cerca de las islas sub-antárticas de Nueva Zelanda, fueron engendradas por ejemplares de la misma población local, según la autora principal, Emma Carroll, de la Universidad de Auckland.

"Este descubrimiento nos ofrece información sobre el comportamiento reproductivo de las ballenas francas, pero lo más importante que muestra es que la población de Nueva Zelanda se encuentra relativamente aislada de otras poblaciones de la región", explica Carroll. De esta manera, las ballenas francas australes macho no se mueven más allá de su zona local.

"En otras especies de mamíferos, los machos, generalmente, se alejan de su lugar de nacimiento para buscar nuevas oportunidades de apareamiento", afirma Scott Baker, director asociado del Instituto de Mamíferos Marinos de la Universidad Estatal de Oregón, y coautor del estudio. Baker añade que, sin embargo, entre las ballenas francas parece que la fidelidad a su hábitat de reproducción es fuerte tanto para los machos como para las hembras".

Las ballenas francas australes estuvieron cerca de la extinción, debido a la caza comercial, pero algunas poblaciones alrededor de Nueva Zelanda y Australia han comenzado a recuperarse lentamente. Baker, inició el estudio genético de las ballenas francas en la región, en 1995, en parte, para evaluar su probabilidad de recuperación.

UN CENTENAR DE BALLENAS EN 1920

La población de ballenas australes de Nueva Zelanda se había desplomado a menos de un centenar de animales en 1920. Los autores estiman que, en 1998, la población había aumentado a cerca de 1.000 ejemplares. El nuevo estudio ha tratado de determinar la conectividad, o el aislamiento, de las poblaciones regionales, con el fin de supervisar y gestionar mejor esta especie aun en peligro de extinción.

El análisis de paternidad también ha contribuido a explicar el comportamiento de apareamiento de las ballenas que habitan cerca de las Islas Auckland, que es también su hábitat primario para el parto y la lactancia.

"Es difícil distinguir las interacciones sociales de apareamiento de la ballena franca austral", explica Carroll, quien añade que, ahora, "mediante el uso de perfiles de ADN de madres y crías para identificar a los probables padres, hemos observado que el apareamiento se lleva a cabo localmente".

Los investigadores reunieron el ADN de pequeñas muestras de la piel, recogidas durante un período de 15 años, a partir de 34 madres y más de 300 machos --lo que supone alrededor del 30 por ciento de las ballenas australes macho de Nueva Zelanda--. Los resultados mostraron que el apareamiento y cría tiene lugar de forma local.

NO SON MONÓGAMAS

Según Baker, que con frecuencia asesora a la Comisión Ballenera Internacional sobre la conservación genética de los cetáceos, cree que esta fidelidadlocal local tiene sus ventajas: la fidelidad local puede permitir la especialización del entorno, y la transmisión de la memoria cultural".

A pesar de que las ballenas francas son fieles a su propia población, según los investigadores, no son monógamas. Los machos compiten con otros a través de apareamientos múltiples, en la llamada 'guerra del esperma', en lugar de llevar a cabo enfrentamientos físicos entre sí. Esta puede ser la razón por la que las ballenas francas tmacho tienen los mayores testículos del reino animal -de hasta seis metros de diámetro, y con un peso de una tonelada.