MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una hora después de consumir una bebida alta en azúcar y baja en cafeína las reacciones son más lentas y se experimentan mayores errores de concentración que si se hubiera tomado una bebida descafeinada libre de carbohidratos, según un estudio de la Universidad de Loughborough (Reino Unido) que se publica en la revista 'Human Psychopharmacology: Clinical and Experimental'.
En el estudio participaron diez voluntarios sanos cuyo sueño se había restringido a cinco horas el día anterior al desarrollo del ensayo. Una hora después de tomar una comida ligera se les proporcionó una bebida energética (42 g de azúcar y 30 mg de cafeína) o una bebida igual que esta pero sin azúcar. Realizaron entonces una prueba monótona de 90 minutos durante la tarde que evaluó su somnolencia y capacidad de concentración.
Durante los primeros 30 minutos no se produjeron diferencias en los tiempos de reacción o en la tasa de errores, pero 50 minutos después de haber consumido las bebidas, la actuación de aquellos que habían tomado la bebida energética comenzó a fallar y se mostraron más somnolientos.
Según los autores, otra investigación muestra que las bebidas energéticas que contienen cafeína aumentan la concentración.
Según Jim Horne, director del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, señala que una entrada rápida de azúcar no es eficaz para combatir el adormecimiento, así que es necesario evitar el consumo de refrescos que contienen mucho azúcar pero poca o ninguna cafeína. "Una mejor forma de combatir la somnolencia es tomar una bebida que contenga cantidades más útiles de cafeína y combinar esto con una siesta corta", concluye Horne.