SEGOVIA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, anunció hoy que este año el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) identificarán iniciativas y proyectos piloto que contribuyan al desarrollo de los países más desfavorecidos a través de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.
Durante la inauguración de la 'Conferencia Internacional Ciencia contra la Pobreza', evento de la Presidencia Española de la UE, Garmendia destacó la necesidad de impulsar un nuevo espacio compartido a nivel europeo para que los avances científicos permitan avanzar en la lucha contra la pobreza.
Junto a Garmendia, también participaron en la sesión de apertura de Ciencia contra la Pobreza, a través de un debate, el presidente del Grupo de Reflexión sobre el Futuro de la Unión Europea, Felipe González; el escritor y divulgador científico Eduardo Punset, y el director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (Cresib), Pedro Alonso.
La Conferencia Ciencia contra la Pobreza reúne a alrededor de 300 expertos internacionales de universidades, organismos públicos de investigación, ONG, administraciones y empresas procedentes de 46 países, que alumbrarán recomendaciones sobre cómo deberían diseñarse y adaptarse las políticas de I+D+i europeas y nacionales para reflejar un compromiso responsable de los programas de ciencia en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
El evento incluirá varias sesiones temáticas (alimentación y nutrición; dinámica de pobreza; brecha tecnológica; energía, cambio climático y medio ambiente; acceso al agua y saneamiento; salud) y sesiones interdisciplinares o transversales (implicación de los actores; educación y formación; soluciones innovadoras; aspectos de género; ciencias sociales y pobreza; economía sostenible).
Según indicó el Ministerio, "un número significativo de ciudadanos europeos y la mayoría de la población mundial extracomunitaria sufren importantes carencias que no están siendo atendidas y para las que la ciencia y la innovación tienen ya respuesta o pueden tenerla en un futuro cercano".
En este sentido, añadió que la dimensión científica de esta desigualdad se pone de manifiesto en el hecho de que, por ejemplo, más del 80 por ciento de los artículos publicados en revistas internacionales de impacto y más del 90 por ciento de las patentes registradas en la oficina de patentes y marcas estadounidense provienen de países considerados desarrollados.
"De ahí que una de las prioridades del Ministerio de Ciencia e Innovación durante la Presidencia Española sea la Inclusión. Este eje de acción trata de que la Ciencia y la Innovación tengan un papel más claro en la promoción de la cohesión social y en la lucha contra la pobreza, es decir, en combatir la exclusión social", subrayó el Ministerio.
Este encuentro, que tiene lugar entre hoy y mañana en La Granja (Segovia) llevará a la agenda política ministerial, por primera vez en la UE, el papel de la investigación y de la innovación para luchar contra la pobreza y la exclusión social.
Las conclusiones de la Conferencia serán presentadas al Consejo de ministros europeos de Competitividad de mayo en Bruselas, en el que previsiblemente se adoptará una posición común sobre la dimensión social y de lucha contra la pobreza del Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés).
'Ciencia contra la Pobreza' espera poner de manifiesto el "inmenso potencial de la investigación y la tecnología" en la promoción del desarrollo humano a través de diferentes vías, señaló Garmendia, al tiempo que puso como ejemplos la forma en que el diagnóstico molecular puede ayudar a reducir la mortalidad infantil, la efectividad de la investigación agrícola en la lucha contra el hambre o cómo el abastecimiento de electricidad en zonas desfavorecidas se puede garantizar con sistemas de energías renovables.
Se trata de "devolver a la sociedad, transformados en beneficios, los recursos que ésta deposita en el sistema de ciencia", añadió al tiempo que subrayó la "responsabilidad social" de la ciencia europea de reforzar los sistemas científicos de los países menos desarrollados, de modo que estos afiancen sus propias capacidades de investigación y de innovación.
En este nuevo espacio compartido entre la ciencia y la cooperación para el desarrollo también "juegan un papel clave las políticas nacionales". En este sentido, Garmendia afirmó que el compromiso del Gobierno de España es inequívoco, y prueba de ello es que la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, que se remitirá en breve a las Cortes para su tramitación y aprobación, incorpora la cooperación al desarrollo en materia de I+D+i como uno de sus objetivos.
