BARCELONA 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las grasas y la proteína caveolina-1 constituyen la principal fuente de energía para la regeneración del hígado, según concluye un estudio impulsado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), la Universtitat de Barcelona (UB) y una universidad australiana Queensland.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista 'Science', ha descubierto el "papel esencial" de la proteína caveolina-1 y las grasas en un proceso fundamental para la curación del hígado tras una lesión o un trasplante.
Asimismo, el hígado tiene la función de regular el metabolismo de los lípidos, azúcares y proteínas. Al mismo tiempo, dicho órgano segrega numerosas proteínas, encimas y es el encargado de eliminar las sustancias tóxicas del organismo.
La regeneración hepática es un proceso muy desconocido a nivel molecular, aunque es esencial para el buen funcionamiento de este órgano y es imprescindible para que se puedan llevar a cabo algunas estrategias terapéuticas como el trasplante de donante vivo.
SIN CAVEOLINA-1 "NO HAY REGENERACIÓN"
La investigación, liderada por el investigador Albert Pol, uno de los primeros del Estado con un contrato Ramon y Cajal y el doctor Carlos Enrich, del Departamento de Biología Celular y Anatomía Patológica de la UB, ha constatado que sin la caveolina-1 "no hay regeneración".
Asimismo, explica que "en la regeneración hepática no intervienen las células madre y "las células de este tejido, los hepatócitos, están altamente especializadas pero pueden recuperar su capacidad de dividirse cuando es necesario".
En un hígado normal, los hepatócitos no se dividen, pero durante la regeneración todas las células del hígado se duplican al menos una vez. Para que ello sea posible hace falta un finísimo sistema de regulación, que permite al hepatócito acumular las reservas energéticas necesarias en forma de acumulaciones de lípidos y pone en marcha la maquinaria genética de división.
Durante los primeros estadios de la regeneración las células del hígado acumulan gran cantidad de grasas. Lo hacen en estructuras conocidas como cuerpos lipídicos, la importancia de los cuales durante el proceso y hasta hoy era una incógnita.
El estudio demuestra que la energía necesaria para la regeneración hepática proviene de las grasas que las células del hígado acumulan durante las primeras horas del proceso.
RIESGOS DE LA ACUMULACIÓN EXCESIVA DE GRASA EN EL HÍGADO
En este sentido, los resultados también revelan que existen mecanismos celulares a través de los cuales la acumulación excesiva de grasa en el hígado representa un factor de riesgo para la aparición de tumores hepáticos.
Ello podría explicar porque la 'esteatosis', una enfermedad en la que aparece un cúmulo excesivo de lípidos en el hígado, se considera un factor de riesgo para la aparición de tumores hepatocelulares.
La acumulación excesiva de grasa en el interior del hepatócito, que tiene lugar como consecuencia del consumo excesivo de nutrientes, la obesidad o la diabetes tipo II, afecta en distintos grados a dos terceras partes de la población de países desarrollados.