Hallan el fósil de la pulga gigante del dinosaurio

Pulga Gigante
Foto: HUANG ET AL. 2012/NATURE
Actualizado: lunes, 5 marzo 2012 14:28

MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un equipo de paleontólogos han hallado el fósil de una pulga gigante que vivió durante el período Jurásico, hace unos 199-54 millones de años. Este hallazgo, publicado en la revista 'Nature', se ha realizado en la zona de Mongolia, en donde fueron hallados nueves ejemplares de esta especie.

   Según han explicado los expertos, estas pulgas medían llegar a medir hasta 21 milímetros, mientras las de hoy en día no superan los 10 milímetros. Esta especie, conocida como las pulgas chupasangre, habitaba las plumas y los cueros cabelludos de los dinosaurios. Además, tenían menos habilidad a la hora de saltar que las actuales, por lo que, en vez de saltar de víctima a víctima, las pulgas gigantes las acechaban desde las coronas de los árboles.

   El autor del estudio, André Nel, ha indicado "el gran tamaño de estas pulgas en comparación con las modernas indica que no se alimentaban de pequeños mamíferos, sino de grandes dinosaurios" por lo que, "a medida que los dinosaurios se extinguieron, desaparecieron también las pulgas gigantes".

   Los fósiles hallados, tanto de hembras como de machos, también muestran que tenían un abdomen largo y ancho, una cabeza relativamente pequeña, patas largas, una antena pequeña y compacta y que carecían de alas. Sin embargo, su rasgo más sorprendente, además del tamaño, es su 'trompa, con la que perforaban la piel de sus víctimas antes de succionar su sangre.

   En este sentido, Nel ha explicado que este órgano era más largo en las hembras que en los machos, y visiblemente menor que el de las pulgas de hoy en día.

   Estas características sugieren a los investigadores que las pulgas gigantes evolucionaron a partir de la mosca escorpión, una especie alada que habitó en el Cretácico inferior, que tenía una boca similar para alimentarse del néctar de las flores y que se extinguió con la aparición de insectos modernos como los mosquitos o las hormigas. "Con motivo de esa adaptación, las pulgas perdieron sus alas y disminuyó el tamaño de su antena y de sus ojos", ha apuntado el científico.

Síguenos en Twitter: @ep_ciencia