María Dolores Puga lleva cinco años pidiendo que se congelen "todos los cordones umbilicales", una petición que nace desde la experiencia y "la angustia" vivida cuando a su hijo Rubén le diagnosticaron leucemia.
"Yo tengo un niño que ahora tiene diecisiete años y con once se le descubrió una leucemia muy compleja y muy difícil", lo que obligó a madre e hijo a marchar a Barcelona. "Me dijeron que allí hacían trasplantes", explica Dolores a Europa Press Televisión.
Rubén permaneció ingresado diez meses, una situación "muy, muy difícil". Ante la inexistencia de donante, "tuvo que seguir con la quimio hasta que apareció un cordón umbilical. "No era compatible cien por cien, pero era lo más parecido", recordó esta madre.
"Le hicieron un trasplante de un cordón umbilical y hoy tengo un niño de diecisiete años que está bien, que luchó contra su propio cuerpo", por eso, cinco años después, María Dolores Puga todavía se sigue preguntando "por qué razón no se congelan todos los cordones umbilicales". "Hay muchos niños en espera", insistió.
Para esta madre, que conoce de primera mano lo que significa la solidaridad de un donante, todo se reduce a una cuestión "de dinero" porque si no "qué razón puede haber para que no se congelen los cordones si se están tirando", se cuestionó.
"Cuántos niños en el mundo se salvarían con los cordones umbilicales", subrayó María Dolores, que vió cómo a su hijo con doce años "le hicieron un trasplante de médula con un cordón umbilical, porque no tenía donante y su hermana no era compatible". "Los padres estamos siempre con la angustia de que aparezca un donante", lamentó.
En cuanto a la práctica de poder guardar el cordón umbilical propio en un banco extranjero para un posible uso en el futuro, María Dolores Puga aseguró "no entender" lo que se estaba haciendo "porque si se guarda un cordón privado y ese niño a los once años tiene una leucemia, ese cordón no le sirve, tiene que ser de otro niño".
Por esa razón, la madre de Rubén pide que "se congelen todos los cordones umbilicales" con el fin de que puedan ser utilizados en caso de necesidad "para todos los niños". "Me resulta difícil de entender que teniendo dinero se congela y si no hay, ?qué hacemos nosotros con nuestros hijos?", se preguntó. Por eso, exigió a los políticos que, "con la mano en el corazón, aporten dinero a la sanidad pública".
María Dolores Puga recuerda que su hijo, antes de descubrírsele la enfermedad, "era un niño sano, gran deportista, un enamorado de mar, a quien con once años se le truncó la vida", y ahora, asegura, "es un niño normal que sigue siendo deportista, tiene diecisiete años, está en primero de bachillerato y es un niño feliz, perfectamente normal.
Y todo gracias a la donación de un cordón, porque no le apareció un donante".
Ahora, María Dolores Puga siempre que tiene noticia de un niño con leucemia y que no encuentra donante o necesita ayuda no duda en ponerse a su lado y echar una mano en todo lo que puede.
Su último gesto solidario consistió en recaudar fondos para un niño de su misma localidad con el fin de que pudiera ser trasladado a Barcelona para que se le practicara un trasplante.
Hasta el momento, el dinero se consiguió recaudar, pero las dificultades para el pequeño Cristian continúan ya que no aparece ningún donante, por lo que sigue con la quimio, lo que le debilita cada vez más.
