ROMA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La introducción de organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura no ha contribuido en los últimos diez años a reducir el hambre ni a aumentar la calidad de los alimentos en África, según revela un estudio que analiza los resultados de los nuevos cultivos, elaborado por el Centro Africano por la Biosfera, con sede en Sudáfrica, y por la sección nigeriana de la organización ecologista internacional Amigos de la Tierra.
La posibilidad de aportar más trigo para más personas y a precios más reducidos era uno de los grandes argumentos de las industrias biotecnológicas para defender los OGM.
"En una década, no se ha podido demostrar que los cereales de OGM sean más económicos ni de mejor calidad que los productos naturales.
Los OGM no son la solución para el hambre en África", declaró un miembro de Amigos de la Tierra-Nigeria, Bassey, citado por la agencia misionera de noticias MISNA. Los OGM, añadió, se han utilizado hasta la fecha más para dar de comer a los animales que para alimentar a los seres humanos.
El informe cita el ejemplo de las patatas genéticamente modificadas cultivadas en Kenia y cuya introducción ha costado más de diez millones de dólares. Los datos recogidos, correspondientes a enero de 2004, revelan que la cosecha de patatas naturales fue signitificativamente mayor que la de patatas genéticamente modificadas.
Bassey también denunció la "fuerte presión" que ejercen las sociedades biotecnológicas sobre algunos Gobiernos africanos para introducir el algodón genéticamente modificado.