MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores Sandie Millot, Pierre Vandewalle y Eric Parmentier, de la Universidad de Lieja, en Bélgica -intrigados por la comunicación acústica de las pirañas y por los mecanismos que utilizan para generar sonido- analizaron el comportamiento de pequeños grupos de pirañas cautivas de vientre rojo, descubriendo que el temible pez posee un repertorio de tres sonidos de combate. El estudio ha sido publicado en 'The Journal of Experimental Biology'.
Colocando un hidrófono en el tanque de las pirañas, Millot y Parmentier registraron los sonidos de los peces y los filmaron mientras nadaban y competían por la comida. Según Parmentier, los peces bien alimentados eran relativamente pacíficos - aunque se atacaban unos a otros de vez en cuando.
El equipo descubrió que los peces eran, por lo general, silenciosos; sin embargo, este silencio se rompía en cuanto entraban en una confrontación, produciendo una especie de ladrido. "Al principio pensamos que se trataba de un único sonido", admite Parmentier, pero luego se hizo evidente para los investigadores que las pirañas producen dos más, aparte del ladrido: un sonido parecido al de un tambor, cuando luchan por los alimentos y amenazan a un oponente; y un suave "croar", producido por sus mandíbulas cuando se muerden unas a otras.
Parmentier explica que las pirañas ya eran conocidas por producir ruidos con los músculos adheridos a sus vejigas natatorias, sin embargo, no estaba clara la manera en que la vejiga natatoria participa en la producción de sonido. Por lo tanto, el equipo estimuló los músculos de las pirañas para contraerlos, midió la vibración de la vejiga natatoria, y encontró que, en lugar de seguir vibrando tras la contratación, la vejiga natatoria se detuvo justo cuando los músculos terminaban la contracción.
En otras palabras, los músculos dirigen la vibración de la vejiga natatoria de manera directa y la frecuencia (tono) de los sonidos se encuentra determinada por las frecuencias de contracción de los músculos: no por las propiedades resonantes intrínsecas de la vejiga natatoria.
Ahora que ha descubierto que cuando las pirañas se encuentran en actitud agresiva emiten sonidos, el equipo está muy interesado en averiguar si también los emiten cuando se encuentran en actitud amorosa. Sin embargo, Parmentier sospecha que el equipo tendrá que trasladarse a Brasil para responder a esa pregunta puesto que, según el científico, "es difícil que los peces se reproduzcan en el tanque, así que tendremos que desplegar hidrófonos en su hábitat para grabar los sonidos que puedan producir durante el apareamiento".