MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid ha concedido 424 licencias a otros tantos edificios de la ciudad para la instalación de un total de 13.150 paneles solares, lo que significa un beneficio para 19.500 viviendas, desde la entrada en vigor de la Ordenanza Solar Térmica en marzo de 2003, según datos ofrecidos por la Concejalía de Medio Ambiente.
Conseguir un Madrid más eficiente en el uso de la energía y, en definitiva, más competitivo, es uno de los grandes retos a los que debe hacer frente el Ayuntamiento. La energía producida por estos paneles solares es de unos 23.000 megavatios-hora y año, lo que supone una reducción de aproximadamente 4.000 toneladas equivalentes de CO2 anuales.
La Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) incorpora criterios de eficiencia energética así como otros también medioambientales y de innovación residencial y tecnológica en la edificación, tal y como se puede ver en diferentes edificios de los nuevos desarrollos urbanísticos del Ensanche de Vallecas, en el barrio de San Fermín o en el polideportivo de Daoiz y Velarde, entre otros.
PLAN ENERGÉTICO MUNICIPAL
En otro orden de cosas, todas estas actuaciones se complementarán con el Plan Energético Municipal (PEM), que forma parte de la Estrategia Local para la Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid, y que sentará las bases de la estructura energética que requerirá Madrid en un futuro.
Esta iniciativa pretende ser un instrumento estratégico de planificación y coordinación que defina los objetivos y medidas para una gestión energética municipal encaminada al desarrollo urbano sostenible. Y para ello establece cuatro ejes estratégicos en los que incidir: el ahorro y la eficiencia energética, la promoción del uso de energías y recursos renovables, la satisfacción de la demanda energética y la formación y sensibilización.
El Gobierno local pretende conseguir dos objetivos esenciales: reducir la tendencia de consumo energético y explotar los recursos propios de tipo renovable. Para lograrlo habrá que dotarse de los instrumentos adecuados, entre los que se encuentran los incentivos fiscales para promover el uso de energías renovables, la publicación de ayudas de promoción y cofinanciación de proyectos específicos, los acuerdos con agentes del sector energético o la revisión de ordenanzas y normativa para llegar a un marco técnico regulatorio.
