MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Restos de una especie de loricifera, que se habría considerardo infosilizable por su diminuto tamaño, han sido encontrados petríficados en formaciones de lutolita en el oeste de Canadá.
Los fósiles de la nueva variedad datan a finales del período cambriano, lo que significa que vivió hace unos 500 millones de años. Esto sugiere que, poco después del origen de los animales, algunos grupos estaban adoptando estilos de vida "mediobentónicos" especializados, viviendo entre granos de sedimentos en el fondo marino.
Tom Harvey, profesor de Geociencia en la Universidad de Leicester, y autor principal de la investigación, dijo: "Descubrí accidentalmente a los loricífera fósiles mientras examina otros tipos de microfósiles: esto requiere muchas horas trabajando al microscopio".
"Seguí encontrando fragmentos misteriosos que parecían los extremidades traseras de los loricífera, pero me dije que era imposible. Finalmente, encontré un espécimen excepcionalmente bien conservado, con una cabeza fosilizada todavía en su lugar, demostrando su identidad como loricifera, y luego comenzó la delicada tarea de limpiar el fósil y asegurarlo en un portaobjetos de microscopio".
Los loricifera son un grupo de animales minúsculos, siempre de menos de un milímetro de longitud, que viven entre los granos de sedimento en el fondo marino. Son fáciles de pasar por alto: los primeros ejemplos se describieron desde los ambientes modernos tan recientemente como los años ochenta.
El Dr. Harvey añadió: "Además de ser muy pequeños, los loricifera carecen de partes duras (no tienen cáscara), por lo que nadie esperaba que fueran encontrados como fósiles, ¡pero aquí están!" Los fósiles representan un nuevo género y especie, que llamamos Eolorica deadwoodensis, que significa vagamente "el antiguo corsé-animal de las rocas de la Formación Deadwood".
"Es notable que tan temprano en su evolución, los animales ya estaban explotando esas ecologías meióbénicas especializadas: encogiendo sus cuerpos hasta el tamaño de organismos unicelulares, y viviendo entre granos de sedimento en el lecho marino".
El descubrimiento de loricifera microscópicos especializados muestra que, hace unos 500 millones de años, algunos animales ya se habían adaptado a este modo de vida especializado y críptico, por lo que se ha subestimado el rango ecológico de los primeros animales y tendremos que pensar nuevamente en cómo funcionaron estos primeros ecosistemas, declaró este investigador.
Harvey utilizó una técnica de laboratorio especialmente diseñada para extraer los microfósiles delicados del barro, utilizando ácido fuerte combinado con tamizado suave. Esto permitió que los diminutos fósiles, de menos de medio milímetro de largo, fueran extraídos de la roca, revelando un aspecto previamente oculto a la vida animal temprana en la Tierra.
El estudio ha sido publicado en Nature Ecology & Evolution.
