Absuelto el profesor de Alicante denunciado por castigar a una niña al fondo del aula por no hacer el deber

Actualizado: lunes, 7 diciembre 2009 18:46

ALICANTE, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

El magistrado-juez de instrucción número 5 de Alicante ha decidido absolver al profesor de un colegio público de Alicante denunciado por el padre de una alumna de 10 años por coacciones y vejaciones hacia su hija, a la que castigó a ir al fondo de la clase y copiar una frase por no hacer un trabajo con motivo del Día de la Comunitat Valenciana al que se había comprometido.

El magistrado, que ha llegado a esta decisión con las declaraciones de denunciante y denunciado en un juicio de faltas, explica en la sentencia que los hechos carecen de "contenido penal alguno" por lo que considera que la denuncia interpuesta al profesor "no es más que un dislate que trata de judicializar las pautas pedagógicas de los docentes".

De esta forma, según consta en el sentencia facilitada por el TSJCV, el magistrado considera que se pone "en claro riesgo la formación de los alumnos, a los que en ningún caso se les podría reprender por muy mal que hiciesen las cosas o cuando no cumpliesen los dictados del profesor", bajo pena "de incurrir en la posibilidad de ser denunciados y, como mínio, sufrir la llamada 'pena de banquillo'".

El padre de la niña, que había denunciado al profesor porque aseguraba que su hija había vomitado y el docente le hizo recoger el vómito, le reclamaba una multa por una falta de maltrato junto con una indemnización por daños morales para la menor, y otra por coacciones y vejaciones, que alcanzaban los 20 euros por el importe máximo fijado por el Código Penal. El fiscal pidió la absolución al entender que la denuncia carecía de contenido penal y no había prueba alguna de la existencia de coacciones.

El profesor, por su parte, negó estas acusaciones en la vista y aseguró que el castigo por no entregar el trabajo consistió en mandar a la niña al fondo de la clase y que copiara una frase. El docente negó que la menor vomitara aunque sí reconoció que lloró, y explicó que había contactado con los padres, con quienes mantuvo una hora de conversación "muy cordial", sin esperarse la reacción posterior del progenitor de una estudiante a la que definió como "muy sociable y colaboradora".

El magistrado declaró probado en la sentencia, contra la que cabe recurso de apelación, que el denunciado decidió poner a la niña al fondo de la clase, y que copiara muchos veces la frase 'debo hacer lo que se me manda', por no haber entregado un "sencillo trabajo de clase" al que la estudiante se había comprometido, y que era parte de un trabajo de grupo, ni el día acordado ni al siguiente y "sin razón alguna para ello".