La AVCA muestra su apoyo a Romà de la Calle y rechaza la "intromisión censora" en la gestión cultural de la Comunitat

VALENCIA 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Associació Valenciana de Crítics d'Art-AVCA expresó hoy su "apoyo total" a la labor conceptual y gestión pública realizada por el director del MuVIM, Romà de la Calle, que es un "destacado miembro de nuestra asociación durante los años que ha ejercido su función directiva" y rechazó la "intromisión censora" en la gestión cultural de la Comunitat, informó hoy la organización en un comunicado.

Asimismo, convocan una concentración para mañana a las 12.00 horas en la puerta principal del MUVIM como muestra de apoyo a Román de la Calle y a todo el personal del museo y como repulsa a "estos modos de ejercer el poder y gestionar la cultura de todos los valencianos.

En este sentido, destacó la trayectoria de Román de la Calle como docente, catedrático universitario, académico y hombre de cultura "al más alto nivel" y ha sido, "durante décadas y en diferentes ámbitos, un ejemplo de erudición y conocimiento para varias generaciones".

De este modo, indicó que "si hay un motivo por el cual AVCA existe y debe seguir existiendo, es por la defensa de la libertad de opinión y acción de sus asociados y afines en el contexto y bajo las leyes de un Estado de Derecho como es el actual. Y, aún más, por la defensa de estas libertades en el ámbito de lo público, atañan o no a sus miembros o asociados".

"La política, incluyendo en ella su gestión y el uso partidista de su poder momentáneo, ha querido personificar en la cultura la parte débil de un binomio donde siempre gana la primera", apuntó la organización.

Por ello, señaló que "cuando se ponen de manifiesto actitudes censoras y de clara prepotencia política, saltándose todos los pasos y cargos intermedios, la cultura no debe callar. Nunca". "Nuestra intención, por lo tanto, es denunciar actitudes como la cometida por los responsables de la Diputació de València el viernes 5 de marzo y exigir que se depuren responsabilidades en las más altas instancias de la Institución".

Al respecto, explicó que a una institución cultural pública se le presuponen las tres condiciones que implica su propia nomenclatura: "que sea una institución que vele por el colectivo; que sea sensible y defienda las expresiones culturales de su época dentro de su margen de acción y, por supuesto, que entienda lo público como aquello que es de bien común y que, por supuesto, también refleja las opiniones adversas, las contrariedades y las miradas minoritarias lógicas y aceptadas en nuestras sociedades contemporáneas".

"Ninguna de estas tres obligaciones democráticas ha ejercido en este caso la Diputació de València. Exigimos, por lo tanto, que vuelva a plantearse su función intrínseca y actúe de acuerdo a estos principios de derecho, sin los cuales la institución puede verse gravemente desprestigiada".