CASTELLÓN 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Cultura, Educación y Deporte, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano y Museos, ha tramitado la declaración de cuatro Bienes de Interés Cultural (BIC) en la ciudad de Castellón. En concreto se trata de la Torre Campanario "El Fadrí", el Palacio Episcopal, la Lonja del Cànem, y el Ayuntamiento, según informaron en un comunicado fuentes de la Generalitat.
Este procedimiento se lleva a cabo en ejecución de la disposición adicional cuarta de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano, introducida a través de la modificación de la Ley 5/2007, de 9 de febrero.
Por esto se ha incoado expediente de la primera fase de actualización y adaptación de la sección primera del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano que contempla la mencionada ley. De esta manera van a culminarse los procesos declarativos de estos inmuebles. Estos procesos, que comenzaron con anterioridad a la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano de 1998, por diferentes vicisitudes no llegaron a concluirse.
Asimismo, para hacer efectiva la plena aplicación de las medidas de protección y fomento que para los Bienes de Interés Cultural contempla la Ley, se procede a dotarlos de su correspondiente entorno de protección, según las mismas fuentes.
"EL FADRÍ"
La Torre Campanario "El Fadrí" está situada en la plaza Major, junto a la iglesia de Santa Maria la Major. El Consell decidió la construcción de un campanario en 1437 y las obras comenzaron en 1440.
En 1457 intervino el maestro Çaera construyendo aproximadamente el primer cuerpo. Tras una larga paralización y varias propuestas en 1593, intervinieron y finalizaron la torre Francisco Galiança de la Lancha, Guillem del Rei, Pedro Crosali, Marc Volsanys, Antonio y Joan Saura, según las trazas que había presentado el portugués Damián Méndez en 1591. Se trata de una torre campanario exenta, de planta octogonal con una altura aproximada de 60 metros.
La torre corona con una chapitel de 1735, réplica del original destruido en 1656, es de planta triangular con pilastras de orden toscano cubierto con teja azul, y rematado con una veleta colocada en 1860. La torre campanario fue restaurada en el año 2003.
LONJA DEL CÀNEM
En el centro de la ciudad, cercano a la plaza Mayor, se encuentra La Lonja del Cànem. La Lonja se levantó en el primer tercio del siglo XVII, para lo que el Consell de la ciudad compró la Casa Gumbau que fue derribada en 1605 para construir el nuevo edificio, realizado por Francesc Galiança. Se trata de un edificio de planta cuadrangular.
La fábrica del edificio es de sillería. A principios del siglo XIX el Ayuntamiento vendió el derecho de construir un piso superior. También se llevó a cabo la ampliación del piso inferior por ambos lados, utilizándose el mismo material y lenguaje arquitectónico. La restauración del edificio comenzó en 2006, continuándose en 2007, según proyecto de Miguel del Rey.
AYUNTAMIENTO
El Ayuntamiento se encuentra en la plaza mayor. Se comenzó a levantar a finales del siglo XVII. Vino a sustituir a la antigua Casa de la Vila que se había quedado pequeña y se encontraba en mal estado. En 1687 se encargaron las trazas al maestro Gil Torralba, dos años más tarde continuaron las obras con el maestro Melchor Serrano, Alcazar, Claret y José Serrano.
Fue inaugurado en 1716. Al exterior, el alzado principal se configura en tres cuerpos separados por cornisas. La planta baja se organiza con un pórtico de cinco arcos de medio punto sobre pilastras de orden toscano, y otros dos, uno en cada lateral.
A lo largo de los siglos XVIII y XIX se sucedieron ampliaciones y reformas en el edificio. A principios del siglo XX se cambió el aspecto de la fachada sustituyendo la rejería por balaustras, volviéndose a su imagen original tras la guerra civil. La planta del edificio fue modificada en la intervención de 1988.
PALACIO EPISCOPAL
En las afueras de la Vila, junto a la Séquia Major, se comenzó a construir el Palacio Episcopal en 1793. Se levantó a expensas del obispo fray Antonio José Salinas y Moreno, encargando las obras al prócer Miguel Tirado.
Es un edificio de planta rectangular que se desarrolla a partir del núcleo principal, configurado por el zaguán, el vestíbulo y la escalera, alrededor del que se estructuran los dos cuerpos del edificio. En el zaguán de entrada, cubierto con bóveda de cañón rebajada, se abren las diferentes dependencias del semisótano y dos escaleras laterales que dan acceso al entresuelo.
Desde el vestíbulo, cubierto con bóveda de cañón rebajado, se accede a la escalera imperial cubierta con bóveda vaída que conduce al piso principal. La planta noble conserva su estructura originaria; se divide en tres zonas: la central, donde se ubican el salón, capilla y despacho; mientras que en las otras las habitaciones se destinan a uso privado y diversos servicios. El piso superior esta destinado a desván.