VALENCIA, 4 May. (EUROPA PRESS) -
José Luis Sampedro, Julio Llamazares, Belén Gopegui, Susana Fortes y Martí Dominguez son algunos de los autores que participarán desde hoy y hasta el próximo 6 de mayo en la IX edición del certamen Cabanyal Portes Obertes, que este año se dedica a la literatura para reconocer el "compromiso" de los autores con el popular barrio valenciano, según informaron fuentes de la plataforma Salvem el Cabanyal, organizadora de la iniciativa. Así, bajo el lema 'Trobada d'escriptors pel Cabanyal' prestigiosas plumas debatirán sobre cuestiones como 'La literatura: insurrección permanente' o 'El compromiso con el territorio'.
El veterano José Luis Sampedro participará hoy en el edificio de La Nau de la Universitat de València en la presentación de las actividades en un acto en el que estará acompañado por Faustino Villora, de Salvem el Cabanyal, y Alfons Cervera, escritor y responsable del Fòrum de Debats del Vicerrectorado de Cultura de la Universitat de Valencia.
Cabanyal Portes Obertes, que tradicionalmente ha utilizado las artes plásticas como reclamo para divulgar al situación del barrio, ha querido este año "como testimonio de nuestro agradecimiento centrarse en en entorno a la literatura", ya que los artículos de opinión han sido uno de los instrumentos "que más han ayudado a la defensa del barrio", aseguraron desde la plataforma cívica.
Muchos de estos textos han sido recopilados en un una publicación que recoge las diferentes reflexiones vertidas en los medios de comunicación en los últimos años. "Todos ellos reconocen el valor por el que el barrio fue declarado en 1988 Conjunto histórico protegido y fue reconocido el 1993 Bien de interés cultural", destacaron.
Con este encuentro de escritores, Salvem el Cabanyal pretende poner de relieve que "ya son nueve años de lucha y resistencia, pero los ánimos continúan fuertes", afirmaron. En esta línea, advirtieron de que "tenemos capacidad de resistencia para nuevo años más, pero como otros muchos colectivos creamos que ya es suficiente".
Los organizadores agregaron que "mantener el espíritu reivindicativo y la cohesión del grupo durante estos años no ha sido nada fácil, puesto que el desgaste emocional que causa la amenaza del Plan Urbanístico es muy duro, sobre todo en los vecinos que están afectados en sus propias casas".
Por ello, "desde el principio decidimos que la Plataforma no podía limitarse a hacer acciones de protesta, a reunirse para lamentarse en colectividad contra la injusticia; necesitábamos crear proyectos comunes que nos permitieran reforzar nuestra autoestima colectiva contra la estigmatización a la que nos abocaba la propaganda del poder", culminaron.
