VALENCIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia lamentó hoy que el Consistorio "no haya conmemorado con dignidad el 70 aniversario de la ciudad como sede del II Congreso Internacional de Escritores en defensa de la Cultura, en el difícil contexto histórico de la Guerra civil", según manifestó el edil del PSPV Juan Soto, que lo achacó a la "memoria selectiva del Partido Popular".
Dicho Congreso, en el que participaron más de 110 intelectuales de 28 países del mundo, tuvo su sede en Valencia. La Alianza de Intelectuales Antifascista, se creó el 30 de julio de 1936 constituyéndose como sección española de la Asociación Internacional que había tenido su primer congreso en 1935 en París.
Juan Soto mostró, en declaraciones a Europa Press, su "malestar porque la alcaldesa Barberá y el equipo de gobierno del PP hayan rechazado continuamente recordar y condenar momentos de nuestra historia reciente, como la guerra civil y la dictadura franquista, con el objeto precisamente de formar ciudadanos en el respeto y los valores democráticos de la paz". "Barberá se ha negado a recuperar y musealizar los refugios antiaéreos, incluso en contra de la opinión de informes de expertos encargados por ella misma, de dignificar la memoria de los represaliados por el franquismo o a conmemorar la capitalidad de Valencia durante la II República", aseguró el concejal.
Según Soto, "la ciudad no se merece las consecuencias de una memoria selectiva como la de Barberá y el PP". El dirigente socialista señaló además que ninguna ciudad de "Europa se niega a volver la vista atrás para aprender del pasado, ni olvida a sus muertos u honra con silencios cómplices a los verdugos de las dictaduras que asolaron la segunda mitad del siglo XX. Son actitudes en definitiva poco acordes con la democracia".
Asimismo, Soto demandó a Barberá una "mayor sensibilidad y que tome ejemplo de entidades de carácter civil y cultural de la ciudad como la de la Sociedad Coral El Micalet que sí han recordado durante estos días el Congreso de Intelectuales Antifascistas".
El 4 de julio de 1937 en el Hemiciclo del Ayuntamiento del 'cap i casal', siendo alcalde José Cano Coloma, tuvo lugar el II Congreso de Intelectuales Antifascistas. Fue el presidente de la República, Juan Negrín el encargado de abrir las sesiones y el de cerrarlas el presidente de las Cortes españolas, Diego Martínez Barrio.
Los intelectuales escogieron Valencia "como muestra de solidaridad con España en aquellos momentos sumida en una guerra civil tras el golpe militar del general Franco contra la II República y ante el claro apoyo militar, económico y político de los estados nazi-fascistas de Alemania e Italia a los sublevados", apuntaron estas fuentes.
En el hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia se dieron cita escritores, pensadores y artistas como Thomas Mann, Maria Teresa León, Aldous Huxley, Manuel Altolaguirre, André Malraux, María Zambrano, Antonio Machado, Miguel Hernández, Alejo Carpentier o intelectuales valencianos comprometidos como Adolf Pizcuela, Juan Gil Albert, o Josep Renau. Entre las conclusiones adoptadas por los congresistas se advertía de los peligros del fascismo y de la amenaza que estos representaban para la cultura y la humanidad.
INTELECTUALES DE TODO EL MUNDO
Se da la circunstancia de que las instituciones valencianas "sí recordaron el acontecimiento en el verano de 1987, cincuenta años después", recalcaron desde el PSPV. La celebración de este III Congreso contó con la asistencia, de nuevo, de intelectuales de todo el mundo y motivó la publicación de numerosos libros así como la programación de una serie de actos de notable interés. Octavio Paz, Juan Gil Albert, Stphen Spender, Manuel Vázquez Montalbán, Jorge Semprún, o Juan Goytisolo fueron algunos de las decenas de intelectuales que participaron en aquella ocasión.
Los congresistas Juan Cueto, Joan Fuster, Juan Goytosolo, Ricardo Muñoz Suay, Fernando Savater, Jorge Semprún y Manuel Vázquez Montalbán afirmaron en un manifiesto que medio siglo después lo que interesaba a la luz de la experiencia histórica era, "una reflexión crítica" y el hecho de "reafirmar verdades que siguen siéndolo, pero también de denunciar cegueras y engaños que siempre lo fueron". Una reflexión crítica sobre el pasado que no obstante solo cobraría sentido si "se abría al porvenir".