VALENCIA 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace ha enviado este miércoles un burofax a la delegada del Gobierno en la Comunitat, Ana Botella, donde le ha exigido que se "retracte públicamente" de las manifestaciones en las que acusa de "violenta" la acción que llevaron a cabo los activistas de esta organización en la central nuclear de Cofrentes el pasado 15 de febrero.
De lo contrario, Greenpeace ha explicado que está estudiando emprender acciones legales "para defender el buen nombre de la organización y de sus activistas", según ha informado la organización ecologista en un comunicado.
Una veintena de activistas de Greenpeace accedieron a las 7.00 horas del pasado 15 de febrero a la central nuclear de Cofrentes para reclamar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al Gobierno que no se renueve el permiso de explotación de la central, que vence el próximo 19 de marzo, y se proceda a su cierre definitivo.
La directora ejecutiva de Greenpeace, Miren Gutierrez, en el escrito a la delegada del Gobierno ha explicado que las acusaciones de Botella son "totalmente infundadas", pues "esta acción, como todas las que realizan los activistas de Greenpeace, ha sido pacífica y en defensa del derecho al medio ambiente".
De hecho, ha agregado, "durante la declaración de los agentes de seguridad de la central ante la Guardia Civil quedó demostrada la actuación no violenta de los activistas de Greenpeace".
"Según los propios agentes, la actitud de los activistas no fue violenta ni agresiva en ningún momento. Uno de los vigilantes jurados de la central fue mordido por su propio perro y otro se enganchó en un alambre de espino, por lo que no se produjo ninguna agresión hacia ellos por parte de ningún activista", ha recalcado Miren Gutierrez.
Además, mediante una llamada a la Sala de Emergencias (SALEM) del Consejo de Seguridad Nuclear, Greenpeace avisó desde un primer momento a las autoridades de la entrada de los activistas para efectuar una protesta pacífica en el interior de la central nuclear de Cofrentes.
Ese día, ha continuado Gutierrez, "la delegada del Gobierno efectuó declaraciones a los medios de comunicación con respecto a esta protesta en las que reiteradamente calificó de violenta y de agresiva la actuación de los activistas. La delegada llegó a asegurar que uno de los activistas había atacado con una radial a uno de los vigilantes de la central nuclear".
A este respecto, la representante de Greenpeace ha asegurado que esa afirmación es "absolutamente falsa" y que, en realidad, "ese vigilante se cortó accidentalmente con el alambre de espino especial de una de las vallas de seguridad de la instalación".
"Lamentamos la equivocada valoración de la delegada del Gobierno de la protesta pacífica de los activistas de Greenpeace, así como sus desafortunadas declaraciones al respecto, y sentimos que, ante la ausencia de argumentos, haya caído en la descalificación, acusando a los activistas pacíficos de Greenpeace de actos que nunca han cometido", ha concluido.