El Hospital Quirónsalud Torrevieja alerta del aumento del riesgo cardiovascular por la contaminación ambiental

Publicado: jueves, 21 marzo 2019 12:34

ALICANTE, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

El aumento imparable de la contaminación ambiental y las partículas tóxicas presentes no solo en el aire sino también en el agua y en los alimentos, constituyen un factor de elevado riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Así lo ha puesto de relieve Rafael Florenciano, cardiólogo del Hospital Quirónsalud de Torrevieja (Alicante), en un comunicado.

Florenciano ha explicado que el aumento de partículas contaminantes que se produce en los periodos anticiclónicos, que no permiten que éstas se dispersen sino que permanecen más tiempo suspendidas en el aire, favorecen el desarrollo de trombos, provocan una subida de la presión arterial y una vasoconstricción de las arterias coronarias responsables del riego sanguíneo del corazón y del cerebro.

"Todos estos factores --incide el cardiólogo-- pueden ser el origen de un mayor número de infartos de miocardio, arritmias e infartos cerebrovasculares".

Asimismo, ha precisado que "una alta exposición" a la contaminación ambiental "beneficia la rápida progresión de la enfermedad arterioesclerótica, lo que provoca un mayor acúmulo de grasa en las arterias principales".

Los sectores de la población que más afectados podrían verse por este fenómeno serían las personas de edad avanzada, los que padecen algún tipo de enfermedad cardiovascular previa o los que presentan alguno de sus factores de riesgo como es el caso de los diabéticos.

Florenciano ha recomendado por ello, a estos pacientes, que adopten medidas preventivas o eviten la exposición los días de mayor índice contaminante, así como tomar la medicación prescrita por el especialista.

LA PIEL, GRAN PERJUDICADA

Los agentes contaminantes del aire como los compuestos orgánicos volátiles, las moléculas reactivas al oxígeno, el ozono o simplemente el humo del tabaco debilitan la barrera cutánea y contribuyen a alterar la piel causándole daño oxidativo con su consecuente envejecimiento prematuro y una aceleración de brotes de psoriasis o acné.

"Las pieles sensibles y atópicas", ha concretado José María Ricart, jefe del servicio de dermatología del Hospital Quirónsalud Valncia y director del Instituto Médico Ricart, "son las más vulnerables a los efectos contaminantes y la disminución de humedad".

Y ha manifestado, además, que "sus efectos a corto y medio plazo dan paso a la aparición de diferentes afecciones dermatológicas como xerosis, eccemas y descamación, ya que la piel tiende a la sequedad y enrojecimiento. Además, la piel ejerce de barrera natural frente a los agentes externos, función que cada vez se debilita más y la expone a cuadros alérgicos".

La contaminación ambiental también altera la salud capilar y sus partículas contaminantes provocan reacciones inflamatorias o irritaciones que ocasionan descamación que favorece la aparición de dermatitis o caspa.

El dermatólogo ha destacado el papel que la polución juega en la salud de todo al sistema inmunológico, factor importante en la salud capilar: "El sistema inmune está formado por una red vital de células y órganos que protegen el cuerpo de infecciones que causan patologías".

Ricart ha dicho, además, que "su alteración puede provocar un tipo de alopecia autoinmune cuyo avance puede frenarse con el tratamiento pautado por el dermatólogo tricólogo para estimular la regeneración tisular y el crecimiento del folículo piloso".

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