Monseñor Osoro recibe el palio de manos del Papa como arzobispo metropolitano en una solemne misa en el Vaticano

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 18:24

VALENCIA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, recibió hoy el palio como arzobispo metropolitano de Valencia en una solemne misa que presidió el papa Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro del Vaticano. En la ceremonia, que dio comienzo a las 9.30 horas, recibieron el palio también otros 33 arzobispos metropolitanos nombrados por el Papa en el último año, entre ellos el también español monseñor Braulio Rodríguez, titular de la archidiócesis de Toledo y primado de España.

En el momento de la imposición del palio, que simboliza la unión de los arzobispos metropolitanos con el Papa, los prelados fueron llamados por su nombre y, posteriormente, se acercaron uno a uno al Papa. Una vez llegado el turno de monseñor Osoro, el prelado se arrodilló ante el Pontífice y le besó el anillo papal, según informaron fuentes del Arzobispado en un comunicado.

Durante la homilía, el Pontífice pidió a los obispos que "custodien la fe, sepan resistir a los enemigos y eviten que el alma del hombre se empobrezca para que el ser humano no pierda su esencia, la capacidad para la verdad y el amor".

El Papa aseguró que ser obispo significa "asumir las posiciones de Dios para que el hombre encuentre la vida" y afirmó que el prelado "debe ofrecer permanentemente al hombre la palabra de Dios, que es la nutrición que el hombre necesita" . Igualmente, Benedicto XVI expresó también que "la fe proviene de la razón eterna y habla a la razón, que no la contradice, más al contrario, van a la par", opinó.

La ceremonia fue concelebrada por los propios arzobispos metropolitanos en honor de san Pedro y san Pablo, cuya solemnidad litúrgica se celebra hoy, lunes. Mañana, martes, el Papa concederá una audiencia a los arzobispos y a sus acompañantes en la sala Pablo VI del Vaticano, manifestaron las citadas fuentes.

El arzobispo de Valencia, que asistió anoche a una cena ofrecida por la Embajada Española en la Santa Sede, partió ayer hacia Roma, acompañado por sus obispos auxiliares, monseñores Esteban Escudero y Enrique Benavent, y monseñor Salvador Giménez, obispo electo de Menorca.

Asimismo, entre los peregrinos figuró un grupo de feligreses de las parroquias de Cárcer y Cotes que salieron la pasada semana en peregrinación a Roma para participar en la ceremonia de imposición del palio a monseñor Carlos Osoro. Los fieles, que pertenecen a las parroquias Nuestra Señora de la Asunción de Cárcer y San Miguel Arcángel de Cotes, permanecerán en Roma hasta mañana, martes.

EL PALIO

El palio "simboliza la unión de los arzobispos metropolitanos con el Papa", explicó a la Vicente Cárcel, vicario episcopal para los sacerdotes de la archidiócesis de Valencia residentes en Roma. "Se trata de una banda de lana blanca que se pone sobre la casulla y que rodea los hombros, en forma de collarín, con dos apéndices que caen sobre el pecho y la espalda e incorpora, además, seis cruces negras bordadas, una en cada hombro, dos más por delante y otras dos por detrás", describió.

El palio se utiliza "en las ceremonias litúrgicas presididas por los arzobispos metropolitanos en las provincias eclesiásticas de las que son cabeza"; en el caso de monseñor Osoro, la provincia eclesiástica Valentina, compuesta por las diócesis de Valencia, Segorbe-Castellón, Orihuela-Alicante, Mallorca, Menorca e Ibiza.

Los palios "no se imponen a la persona, sino que lo reciben como arzobispos metropolitanos y lo utilizan mientras ejercen como tales", señaló Cárcel. De ese modo, monseñor Osoro "utilizó un palio como arzobispo de Oviedo hasta que tomó posesión de la archidiócesis de Valencia, donde comenzará a utilizarlo una vez lo reciba del Papa", dijo.

El propio Pontífice, que es arzobispo metropolitano de la provincia eclesiástica romana, utiliza también un palio para significar que es cabeza de la Iglesia. Los palios son confeccionados a partir de lana de corderos jóvenes criados en el convento de vida contemplativa de santa Inés en Roma. Durante la festividad de santa Inés, el 21 de enero, los corderos son llevados ante el Papa para que los bendiga.

Tras ello, las religiosas extraen la lana en el convento y elaboran los palios. Una vez confeccionados, son depositados bajo el altar principal de la Basílica vaticana, el dedicado a san Pedro, hasta el día de la ceremonia de entrega a los arzobispos metropolitanos, señalaron.