Las nuevas excavaciones arqueológicas en la ciudad visigoda de València la Vella constatan su "monumentalidad"

NUEVAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CIUDAD VISIGODA DE VALNCIA LA VELLA
NUEVAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CIUDAD VISIGODA DE VALNCIA LA VELLA - AYUNTAMIENTO VALNCIA
Publicado: viernes, 11 septiembre 2020 15:45

VALNCIA, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

La última campaña de excavaciones arqueológicas en la ciudad visigoda de Valncia la Vella, en Riba-roja de Túria, ha supuesto "la constatación de la monumentalidad interior de la ciudad visigoda" reflejada, por ejemplo, en un gran muro de tres metros de anchura que delimitaba las plazas principales y servía de base en una muralla interior, según ha explicado el Ayuntamiento.

Entre finales de agosto e inicios de septiembre se ha llevado a cabo una nueva campaña de excavación arqueológica en la ciudad visigoda de Valncia la Vella. La intervención forma parte del proyecto de investigación y de difusión impulsado, desde 2016, por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria con la colaboración y supervisión científica del Instituto Catalán de Arqueología Clásica de Tarragona. La actuación cuenta, al igual que los años anteriores, con la financiación del área de Cultura de la Diputación de Valncia.

Este año, la pandemia COVID-19 ha desaconsejado la realización del V Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda, en que participaban una veintena de estudiantes de arqueología, y se ha optado por una intervención arqueológica profesional, sin estudiantes, en colaboración con la empresa Global Mediterráneo, ha informado el consistorio en un comunicado.

Las cuatro campañas anteriores (2016-2019) habían definido el marco cronológico principal del yacimiento, entre los fines del siglo VI y el inicio del VIII, y habían delimitado el espacio del recinto fortificado, excepto el límite occidental.

Además, habían confirmado la categoría urbana de Valncia la Vella, habían evidenciado la existencia de varios edificios monumentales, todavía por terminar de excavar, y habían descubierto una vida cotidiana "muy dinámica con el uso abundante de la moneda" (visigoda, bizantina, vándala, romana reutilizada...), la fabricación de vidrio y el consumo normal de productos importados del Norte de África, Siria-Palestina y el Egeo.

Los resultados de la campaña de 2020, todavía en fase de estudio, "permiten avanzar todavía más en el conocimiento y la caracterización de los diferentes sectores urbanísticos de la ciudad visigoda, mediante los hallazgos arqueológicos, la topografía y las cada vez más evidentes estructuras de aterrasamiento, que se confunden o están ocultas por los márgenes de los campos de cultivos modernos", ha detallado el Ayuntamiento.

En cuanto a los resultados recientemente obtenidos, el consistorio ha destacado "la constatación de la monumentalidad interior de la ciudad visigoda reflejada, por ejemplo, con el gran muro de borde tres metros de anchura que, al mismo tiempo, delimitaba una de las plazas principales y serviría de base en una muralla interior que delimitaba uno de los barrios de la ciudad, el intermedio, que, de momento, parece que alojaría actividades productivas y de vivienda de buena parte de la población".

PEQUEÑOS HORNOS Y EDIFICIO MONUMENTAL

En esta línea, durante la campaña de 2020, en el interior del barrio se han excavado unos pequeños hornos que todavía hay que estudiar e identificar y que, en todo caso, certifican todavía más la función de este barrio situado entre la parte superior, la ciudadela, y la inferior.

La ciudadela, que se extendía por el largo espacio más elevado, en forma de media luna, y que estaba presidido por un monumental edificio, en curso de excavación y estudio, albergaría alguno de los estamentos privilegiados de la sociedad de la época, posiblemente el religioso.

Los trabajos de este año han sacado a la luz una buena parte de su fortificación interior, que en gran parte estaba escondida por la densa vegetación intrusiva que a los últimos años está afectando al yacimiento.

El tercer barrio topográficamente diferenciado sería el de la parte baja, donde se concentran los edificios más monumentales, identificados por excavaciones anteriores de hace 40 años y otros más, muy visibles a fotos aéreas y planos antiguos. Desgraciadamente, la parte baja, de momento, no es accesible en la investigación.

NÚCLEO DENSAMENTE EDIFICADO Y ORGANIZADO

Hasta ahora, la muralla se había concebido como el principal elemento de patrimonio arquitectónico conservado, pero las diversas estructuras de aterrasamiento que se han identificado confieren en la ciudad un aspecto de núcleo densamente edificado y muy organizado, con barrios jerárquicamente y funcionalmente diferenciados, como dan a entender los hallazgos y las importantes estructuras de contención y urbanización de un cerro fortificado que destacaba unos cuarenta metros por encima del río Turia.

A estas alturas, el proyecto de investigación desarrollado ha permitido interpretar el yacimiento de Valncia la Vella como una ciudad visigoda fortificada de nueva creación, en la segunda mitad del siglo VI y, de la reciente revisión, con 5 ha de superficie.

Su muralla constituye hoy en día el elemento más relevante del yacimiento. Hasta la actualidad, el proyecto solo ha excavado unos 250 metros y se ha establecido un perímetro amurallado teórico de unos 981 metros, de los cuales hasta ahora se han documentado unos 416 metros.

Todavía permanecen muchos segmentos ocultos por la vegetación o los terraplenes, además de los de la parte occidental, en gran parte destruidos por obras ilegales entre 1978 y 1990, que se podrán restituir gracias a las fotos aéreas antiguas. Ya se han identificado el acceso principal en la ciudad y siete torres de un máximo teórico e 25 o 28.

El gran reto para el futuro es la investigación de los edificios del interior la ciudad, en gran parte localizados pero todavía para interpretar, y, por último, la creación de un Parque Arqueológico para hacer accesible a todo el mundo Valncia la Vella.

Los trabajos de excavación han sido dirigidos por Miquel Rosselló i Alejandro Lara, veteranos de otras campañas. Josep M. Macias, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica de Tarragona, ha codirigido los trabajos y se ha encargado de la topografía de la excavación, de revisar sobre el terreno el trazado de la muralla en su parte occidental y de la delimitación de la fortificación interna de la parte superior del yacimiento.

También se ha contado, como otros años, con la colaboración del profesor Jordi Padin del Departamento de Geodesia de la Universitat Politcnica de Valncia para realizar una prospección previa con Geo-radar. La coordinación del proyecto ha estado a cargo de Albert Ribera.