Presentación de 'Operación AVL', de Sergi Castillo - GVA
VALNCIA 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El periodista Sergi Castillo narra en su último libro una historia "atractiva y positiva" de la política valenciana diferente de la "cara B" que ha retratado en sus anteriores obras. 'Operació AVL' revisita el proceso de creación de la Acadmia Valenciana de la Llengua que, pese al consenso final, no estuvo exento de "conspiraciones, traiciones y puñaladas por la espalda".
Este "encargo secreto" de José María Aznar a Eduardo Zaplana para negociar con Jordi Pujol inspira el cuarto libro del autor de Cocentaina, que ha presentado este jueves junto al president de la Generalitat, Ximo Puig; el exacadémico Rafael Alemany y el editor de Vincle Editorial, Manolo Gil.
'Operació AVL' es una crónica periodística que repasa aquel momento entre finales de los 90 y principios de los 2000 en el que en la sociedad valenciana "todo el mundo era filólogo". "Hay víctimas y verdugos, buenos y malos, pero también tiene mucho de amistad, diálogo y reconciliación para llegar a consensos", ha señalado.
Y es que el libro relata reuniones "muy secretas" entre Zaplana y Pujol de las que no se publicaban fotos o visitas de los entonces consellers Rafael Blasco y Esteban González Pons a Barcelona para generar un "estado de opinión favorable al pacto lingüístico".
Castillo ha destacado lo atractivas que le resultaban muchas de las historias de algunos de los protagonistas del libro, como el rector de la UV Ramón Lapiedra, el "descolocado" conseller Fernando Vilallonga que "no tenía dudas de la unidad de la lengua" o el académico Xavier Casp, "acusado de traidor y que tuvo que salir escoltado de la Reial Acadmia de Cultura Valenciana".
Según el autor, "hay reflexiones interesantísimas de mucha gente que ha pasado mucho tiempo sufriendo mucho en lo personal". También se incluyen testimonios y opiniones "muy plurales" de personas "más posibilistas" de la derecha sobre esta entidad que se ha intentado cerrar hasta cuatro veces en sus 20 años de vida.
"CON OTRO PRESIDENTE, NO SE HUBIERA PRODUCIDO"
Quien ahora ocupa la Presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, ejercía de síndic socialista en aquel 2001 en que nació la AVL, hija de una "confluencia de intereses" que habría sido "difícil" que se produjera con "otro presidente del centro derecha".
Y es que, según Puig, Zaplana "no tenía demasiado interés por el valenciano", sino que "le vino bien por otros intereses relacionados con su ambición legítima". "Zaplana --que acabaría siendo ministro esa misma legislatura-- sí tenía un incentivo en ese aspecto, y otros probablemente, no".
También ha remarcado el papel del PSPV, con Joan Ignasi Pla al frente en aquel momento, que hizo una "apuesta de país, arriesgada, pero que era la que necesitaba esta sociedad". Igualmente, la universidad buscaba el pacto para aliviar las "muchas tensiones" que había en su seno en torno a la lengua.
Puig ha remarcado el papel de la AVL y ha destacado que "el valenciano tiene más posibilidades ahora que antes de la academia" y ha resaltado la importancia de aquel consenso, mientras que ahora "parece que sea imposible llegar a un acuerdo, ni para hacerse un café". "La vía valenciana ha tenido muchos momentos de cara B, pero este --la creación de la AVL-- fue de cara A".