El actor Pedro Casablanc - TEATROS DEL CANAL
MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El actor Pedro Casablanc interpretará a partir de este viernes 18 de diciembre en los Teatros del Canal al 'Torquemada' de Benito Pérez Galdós, encarnado en el usurero don Francisco, con una crítica al "actual sistema capitalista de necesidades".
"Ahora tenemos que pagar un peaje por todo. Hay una especie de usura cuando nos hipotecamos al comprar un piso o alquilar un coche, nos estamos hipotecando hasta por vivir. Es un capitalismo atroz que nos está llevando por el camino del sálvese quien pueda", ha lamentado en una entrevista con Europa Press el actor.
Casablanc ha trasladado el Madrid que veía Galdós a la actualidad, y reconoce que no le gustan muchas de las cosas que observa a día de hoy. "Veo cada vez más mendigos, gente sin hogar, sin techo, locales cerrados... Además, por encima planeando con una capa y una guadaña, está la pandemia. La situación ahora no es para cantar ni para estar dando saltos de alegría", ha lamentado.
En cualquier caso, el actor no apunta a un solo estamento como responsable de esta situación --en este caso, a los políticos--, sino al conjunto de la sociedad. "Los políticos son una imagen de lo que somos y cómo estamos actuando: no es solo culpa de la política. De hecho, los políticos que tenemos están ahí porque les hemos votado y la sociedad requiere ese tipo de gobernante", ha criticado.
'Torquemada' está dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente y adaptada por Ignacio García May, en una versión que reúne las cuatro novelas de Galdós en un solo monólogo. Casablanc reconoce que supone "un reto" estar solo en escena para acabar dando voces a distintos personajes, en lo que supone una "fábula contraria".
"Poca cosa se puede aprender de este personaje, a no ser que seas un trepa. Hay muchas personas así en la actualidad: personaje tremendamente mediocre, sin formación, que se ha hecho a sí mismo desde la miseria y crece a través de la extorsión, el chantaje, el préstamo y la usura", ha reconocido.
Así, pese a no ser "un personaje ejemplar", la escritura de Galdós termina por retratar a alguien con una vida personal "muy triste y trágica", en la que da igual haber obtenido ese ascenso social y económico tan deseado gracias especialmente a una familia aristocrática venida a menos.
"Torquemada no tiene nada de maniqueo ni los personajes de Galdós son buenos o malos. Ellos se mueven por las necesidades de una época muy difícil en un Madrid que pasa de la miseria a un nuevo concepto de sociedad, debido a los ferrocarriles, los teléfonos o los automóviles. Y hay gente que se queda desplazada en ese desarrollo, como ahora ocurre con la tecnología", ha alertado.
"Al final, no cambiamos nunca, cambia nuestra forma exterior y nuestra forma de comunicarnos o la velocidad con la que estamos viviendo. Si Galdós viera el mundo ahora, sería muy distinto, pero no hay grandes cambios en el comportamiento humano: seguimos siendo pecadores", ha concluido con ironía.