Annie Ernaux, en la entrega del Formentor: "Estoy dividida entre orgullo y sentimiento de ilegitimidad en la literatura"

Imagen del acto de entrega del premio Fomentor
Imagen del acto de entrega del premio Fomentor - PREMIOS FORMENTOR

Actualizado: sábado, 21 septiembre 2019 11:46

POLLENÇA (MALLORCA), 20 Sep. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Ana Costales) -

La escritora francesa Annie Ernaux ha recibido este viernes, 20 de septiembre, el Premio Formentor de las Letras en un acto celebrado en el Hotel Formentor Royal Hideaway, en el que ha confesado ante el público asistente que se siente dividida entre el "orgullo y un sentimiento de ilegitimidad", así como de "usurpación" de un lugar que, a su juicio, no es el suyo.

"Sentí incredulidad cuando se me anunció que había ganado el Premio Formentor, como otros grandes escritores del mundo entero antes que yo. Gracias a la sensación de orgullo, intenté acallar la duda y el temor de mi legitimidad en la literatura", ha apuntado Ernaux al inicio de su discurso.

La autora ha señalado que esa "impresión de ilegitimidad" que siente con respecto a su papel en la literatura se remonta a sus orígenes humildes y a su infancia, influenciada por las "privaciones de alimentos y las bombas de los Aliados" propias de la Segunda Guerra Mundial, así como a su etapa de adolescente, en la que asegura que comenzó a comprender "la división social del mundo".

En este sentido, Ernaux sostiene que este "conflicto" de juventud ha determinado su "actitud ante la vida y el futuro", así como que le ha permitido interiorizar la "fractura económica y cultural entre las capas dominantes y dominadas de la población".

"Encontré la brutalidad, la densidad material del primer mundo, cruzado de la mañana a la noche por las voces e historias de hombres y mujeres sometidos a la necesidad económica, al leer a Faulkner, Steinbecj o Caldwell, cuyos libros me removieron las entrañas siendo adolescente", ha apostillado.

La escritora ha subrayado que su pasión por la lectura y la escritura viene dada por la "necesidad de un sitio de verdad para alguien fuera de su sitio", así como por la de seguir los pasos de Simone de Beauvoir. Así, ha señalado que, a pesar de que hasta los 20 años no se sintió legitimada para escribir, la lectura le ha acompañado desde la infancia y se ha convertido en un "valor superior a todo" y "un modo de vida" para ella.

"Mi infancia se resume para mi en un periodo de lectura ininterrumpida, alimentada desde muy pronto por obras para niños del siglo XIX que me pasaba una viuda de la alta burguesía de provincias y alentada por una madre devoradora de novelas", sostiene.

ESCRITURA VIOLENTA "PARA RESPONDER A LAS HUMILLACIONES"

Tras la muerte de su padre y el inicio de la lucha de las mujeres "para cambiar las cosas", a finales de los años 60, la escritora asegura que vivió "el segundo nacimiento" de su escritura, que se tradujo unos años más tarde, y más tiempo dedicado a la escritura sustraído a la enseñanza y a la "carga mental femenina", en la publicación de su primer libro 'Los armarios vacíos'.

Así, ha apuntado que adoptó una "escritura violenta" como única manera de responder a "la memoria de las humillaciones" que sufrió en su etapa escolar, cuyo equivalente en el mundo real es la "violencia efectiva", a la que la autora compara con la violencia expresada recientemente en Francia con el movimiento de los chalecos amarillos.

Además, Ernaux, autora de obras como 'Los Años', 'La mujer helada' o 'Pura pasión', asegura que no le interesa la literatura de ficción ni "crear un universo" y que prefiere "explorar el mundo real" para "descifrarlo" y "despojarlo de las visiones y los valores de los que la lengua es portadora de todas las épocas".

"Decir esto significa dotar implícitamente a la escritura de un poder de intervención en el mundo. De esta acción de la literatura encuentro la realidad en mí, en mi memoria. He recibido de la literatura una herencia de apertura y de libertad, capaz de oponerse a la herencia de dominación y de vergüenza", ha subrayado.

Dotado con 50.000 euros, el Premio Formentor de las Letras reconoce la calidad e integridad de aquellos autores cuya trayectoria prolonga la alta tradición literaria europea. Sostenido con el mecenazgo de las familias Barceló y Buadas, fue creado en 1961 por un reputado grupo de editores europeos, como Carlos Barral, Gallimard, Einaudi o Rowolt, entre otros.

Con este premio, recuperado en 2011, cincuenta años después de su primera edición, han sido galardonados Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia, Roberto Calasso, Alberto Manguel y Mircea Cartarescu, a quienes se suma en esta última edición Annie Ernaux.

En este aspecto, la autora ha lamentado la "desigualdad" que ha habido con respecto a las mujeres en anteriores ediciones del galardón y asegura que se siente "secretamente valorada como excepción" al haber sido una de las escritoras distinguidas con el mismo.

La entrega del galardón da el pistoletazo de salida a las Conversaciones Literarias de Formentor, que se desarrollan entre el 21 y 22 de septiembre, organizadas por la Fundación Santillana con el mecenazgo de Simón Barceló, actual propietario del hotel.

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