MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
"Los iraníes somos más fuertes que la censura", afirma el escritor Shahriar Mandanipour, quien acaba de publicar 'Una historia iraní de amor y censura' (Lumen), en la que relata el intento y las dificultades de un autor iraní en escribir y publicar una obra bajo la censura vigente en su país.
Entre 1992 y 1997, como resultado de las actividades literarias y políticas del autor, el Ministerio iraní de Cultura y Orientación Islámica prohibió la publicación de sus obras de ficción.
El narrador de la novela (que no se publicó en Irán) es el alter ego del propio Mandanipour y se propone burlar la censura oficial para contar la historia de amor de Sara y Dara, dos jóvenes iraníes que se enfrentan a las rígidas normas morales del país en que viven. Ambientada en los días de hoy, los protagonistas utilizan los libros (en los que marcan letras para construir cartas de amor) e Internet para mantener una relación furtiva.
"La censura intenta matar la pasión, el amor, la literatura y la libertad. Pero, por suerte, estamos en el otro lado y creo que podemos demostrar al mundo que somos más fuertes que la censura y que este enemigo del amor y de la vida", detalló a Europa Press este escritor, que vive en Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos).
En esta segunda novela (su primera, de 1998, se titula 'The courage of love'), el autor tenía la intención no sólo de encontrar una manera distinta de hablar de censura (Mandanipour es un conocido ensayista y ya escribió artículos sobre el tema) sino también relatar cómo es escribir bajo la constante censura.
FRASES TACHADAS
Escrita en clave metalingüística y mezclando la vida del autor con la vida de los personajes, la novela contiene diversas palabras y frases tachadas, que, de acuerdo con el escritor, no superarían el juicio de los censores. Un juego literario que Mandanipour (Shiraz, 1957) sólo pudo llevar a cabo con libertad porque vive fuera de su país.
A través de libros como 'El pequeño príncipe', 'La insoportable levedad del ser' o de algunos de los mejores poemas de la literatura erótica persa, Sara y Dara van tejiendo una nueva y extraña intimidad que comparten con el lector. Mientras viven su idilio, el narrador presenta hechos actuales e históricos, datos sobre la política y el arte iraní y contesta a preguntas imaginarias que se le podrían ocurrir al lector o a un posible entrevistador.
"El libro no es precisamente la repuesta para dichas cuestiones, sino que es una gran pregunta: ¿Por qué?", explicó, añadiendo que le "molesta" que todo lo que se sepa de Irán esté condicionado por las imágenes difundidas por los medios de comunicación. "No somos estas personas con ropas oscuras, que gritan en la calle:'¡Muerte a Estados Unidos!' Eso no es Irán", subrayó este autor.
"Dara y Sara son dos preciosos seres humanos, no son como estos monstruos. A sus espaldas, el pueblo iraní tiene un legado de 3.000 años de civilización, aunque en este momento, hay algo que falla", sentenció, respecto al actual régimen iraní, "que está en contra del amor, del orgullo de ser ellos mismos y de ser iraní".
LAS LÁGRIMAS DE JULIETTE BINOCHE
El personaje de Dara estudió cine y hace diversas referencias al séptimo arte en el libro, entre ellas, la censura que también sufren las películas. Mandanipour cree que su protagonista "aprobaría" la actitud de los artistas que en el último Festival de Cannes protestaron en contra el mantenimiento en la cárcel del cineasta iraní Jafar Panahi, que acaba de ser liberado después de tres meses en prisión.
"Sin embargo, me gustaría que manifestaciones como las lágrimas de Juliette Binoche no fueran una especie de exhibición de Hollywood, sino algo honesto. Ojalá lo sea", opinó este autor, quien no ha podido volver a su país desde 2006, cuando se estableció definitivamente en EE.UU. "No he recibido ninguna advertencia oficial para no volver, pero éste es el poder de un régimen como éste. Ellos saben cómo lograr que te llegue el mensaje", concluyó.