El irlandés John Connolly explora en 'El camino blanco' los prejuicios racistas en Carolina del Sur

Actualizado: domingo, 25 junio 2006 17:38


BARCELONA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

El autor irlandés John Connolly se traslada a Carolina del Sur para narrar una nuevo caso del detective Charlie Parker, que en 'El camino blanco' (Tusquets) accede a investigar la violación y el asesinato de la hija de uno de los hombres más ricos del Estado, delitos por los que se ha condenado a pena de muerte a un joven negro.

Con el racismo y la venganza como trasfondo de la novela, Connolly se adentra en ambientes teñidos de sangre donde el protagonista será testigo de una crueldad inhumana y tendrá que enfrentarse a personajes que creía enterrados en el pasado, como el malvado reverendo Faulkner, con elementos sobrenaturales de por medio.

En una entrevista concedida a Europa Press, el autor aseguró que Charlie 'Bird' Parker "tiene mucho de mí", especialmente en lo que respecta a "mis gustos musicales" y a "mi visión sobre la vida", aunque la del detective, que pierde a su mujer y a su esposa en el primer libro de la serie, es "más pesimista".

El escritor también ha volcado su catolicismo en el protagonista de sus novelas, que a su juicio están impregnadas de "pecado, redención o salvación". "Fui criado como católico y es difícil quitarte esas influencias, que también han moldeado el personaje".

John Connolly (Dublín, 1968), que antes de lanzarse a la literatura ejercía de periodista para el 'Irish Times', se mostró muy afectado con el caso de una joven "de gran belleza" llamada Belinda que fue asesinada en Dublín en 1996. "Fue un primer caso de asesinato que cubrí, ella era muy joven y guapa y tuve un sentido de propiedad sobre esa historia, como un instinto protector", añadió.

No obstante, escasos días después de la muerte se averiguó que la joven era prostituta, lo que "modificó la opinión de los dublineses", que ya "justificaban" en cierta manera el asesinato.

Tras lamentar que en la realidad los asesinos "nunca son castigados", Connoly introdujo un personaje inspirado en Belina en su segunda novela de la serie de Charlie Parker, donde la persona que acaba con su vida es "hallada y castigada". "En el libro se daba una solución a un caso que la policía nunca resolvió", recalcó.

Por ello, el autor irlandés apuntó que la novela negra tiene fieles fieles seguidores que "sienten pasión por la justicia", ya que en el mundo real "tendrán que conformarse con la ley".

A pesar de haber nacido en Dublín, Connolly reside en Estados Unidos, donde ubica la trama de sus novelas porque "mis modelos son norteamericanos". Tras recordar que la novela negra "no forma parte de la tradición literaria irlandesa", el autor ha apostado por "introducir sensibilidad europea en la novela negra norteamericana".

'El camino blanco' desprende un racismo social del que el autor fue testigo en su visita a Carolina del Sur, ya que "todavía queman iglesias de negros y el Ku Klux Klan todavía convoca manifestaciones". Así, apuntó que "si eres joven y negro y encima pobre tienen más probabilidades de ir a la cárcel".

El libro, que ha disgustado a los sectores más conservadores de ese Estado, refleja que Carolina del Sur "no me gustó nada" aunque bromó asegurando que "ningún norteamericano me ha pedido que deje de escribir".

Influenciado por Ed Mac Bain --"leí una de sus novelas negras a los 10 años"--, el californiano Ross MacDonald, que siempre vivió "a la sombra de Raymond Chandler, o James Lee Burke, de quien aprendió que el género 'noir' "puede incluir elementos poéticos y metafóricos", John Connolly destacó el buen momento por el que atraviesa la novela negra, que "nunca había vendido tanto como ahora".

No obstante, lamentó que los autores actuales "no corran riesgos, no experimenten", lo que provoca que sus obras "pierdan un poco de brillo" y sean "menos estimulantes", aunque recalcó el papel de novelistas escandinavos como Henry Mankell o Arnoldur Indraddson o de los españoles Javier Marías y Manuel Vázquez Montalbán, que apenas han sido traducidos al inglés cuando "hacen novelas políticas negras maravillosas".

Connolly, que ha sido comparado con Raymond Chandler, aseguró que este autor "no me ha influido para nada", a pesar de que se pueda considerar "una herejía decir que no le admiras". "Chandler habría odiado mis libros, los habría menospreciado", concluyó.