MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Archivo Histórico Nacional ha abierto al público el legado de la feminista y abogada María Telo, con un archivo personal de 53 cajas de recortes de prensa, correspondencia, separatas y monografías publicadas que van del año 1931 al año 2006.
"Hay que poner en valor el legado de María Telo: a la memoria democrática le falta memoria de mirada de igualdad y de género", ha defendido la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en el acto de presentación de este archivo.
Calvo ha puesto en valor la figura de Telo, quien comenzó su lucha como activista del feminismo a sus 16 años, tras llegar a Salamanca y encontrarse que "las mujeres españolas eran consideradas verdaderas menores de edad en relación a la disminución absoluta de sus derechos en el Código Civil".
"Telo hizo todos los esfuerzos posibles, incluso entrevistarse con Franco para decirle que la dictadura tenía que hacer reformas jurídicas que nos permitiera a las mujeres tener la patria potestad de nuestros hijos y ser dueñas de nuestras cuentas o hacer contratos con la validez de nuestra firma. Le debemos mucho las que venimos por detrás", ha añadido Calvo.
Uno de los momentos importantes de la vida de Telo fue cuando conoció a Clara Campoamor en Suiza, donde "entendió que había que dar la gran batalla por la igualdad que se llamaba feminismo". "Es una parte de la memoria que tenemos que reivindicar todos en este país, pero particularmente las mujeres y las feministas", ha reivindicado Calvo.
La documentación constituye un patrimonio documental de gran valor para conocer la situación y evolución de las mujeres españolas en el siglo XX. La vida de Telo, mujer que hoy se definiría de 'activista del feminismo', se resume en el título de una de sus obras más importantes: 'Mi lucha por la igualdad jurídica de la mujer', publicada en 2009.
En 1932 comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Salamanca (que en 2008 le reconocería como Doctora Honoris Causa). En 1944 consigue plaza por oposición en el Cuerpo Técnico de la Administración Civil del Ministerio de la Agricultura siendo la primera mujer en conseguirlo.
En el año 1952 se dio de alta en el Colegio de Abogados de Madrid, compaginando por las tardes el funcionariado con un despacho especializado en Derecho de Familia. En 1956 ingresa en la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas y desde el año 1972 participa en una sección cuyos trabajos cristalizaron en 1975 con la eliminación de la obligación de obediencia al marido y de la licencia marital.
