SEVILLA 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El base del Caja San Fernando Carles Marco tiene la posibilidad de llegar este próximo domingo ante el Tau a los 8.000 minutos como jugador ACB.
El catalán, que debutó en la competición el 5 de septiembre de 1998 en el Grupo Capitol Valladolid, no se ha perdido un sólo partido en su carrera desde ese día hasta el punto de haber "jugado partidos tocado" físicamente incluso. No en vano, Marcos recuerda que el último encuentro que se perdió por lesión fue con el Sant Josep de Badalona, en la temporada 91-92.
De esta forma, Carles Marco acumula 292 partidos en ACB de forma consecutiva. "Trabajo con un entrenador personal, más que nada porque nunca he sido un jugador muy dotado físicamente y sabía que si no trabaja este aspecto difícilmente hubiera jugado tantos partidos a este nivel", dijo el jugador en entrevista con el web oficial de la ACB, que recoge Europa Press.
El base recuerda una frase que le dijo Joan Creus. "Me comentó que él no paraba nunca, máximo dos días seguidos, y es algo que yo he intentado no olvidar", desveló.
Antes de jugar de forma consecutiva estos casi trescientos partidos en ACB, Marco militó dos temporadas en el Gijón en la Liga LEB, donde tampoco se perdió ni un partido, aunque el base reconoce que en algunas ocasiones no ha jugado al cien por cien de su capacidad física.
"En muchos partidos juegas con problemillas, pero hay algunos en los que realmente lo he hecho bastante tocado. Recuerdo especialmente uno, en la pista del Unicaja, cuando jugaba en el Grupo Capitol Valladolid. Montáñez estaba de baja y yo jugué con un esguince en el tobillo, una lesión que me había producido apenas dos días antes, cuando pisé a Bobby Martin, en un partido contra el Gran Canaria Grupo Dunas. Ese día, a pesar de mis problemas, me tocó jugar los 40 minutos", apuntó.
Tras tantos partidos en ACB el jugador cree que su carrera está siendo mucho mejor de lo que se esperaba. "Mi gran ilusión era debutar, pero ni mucho menos pensaba que podría llegar a jugar casi trescientos partidos y ni mucho pensaba que podría jugar en la mejor liga de Europa durante casi diez años sin perderme un solo partido", concluyó.