Un imparable Wade pone a los Heat a un triunfo del anillo de campeones

MIAMI (ESTADOS UNIDOS), 19 (EUROPA PRESS)

Otra memorable actuación del escolta Dwayne Wade situaron a los Heat de Miami a un paso (3-2) del sueño del anillo de campeones, después de tumbar tras una prórroga (101-100) a Dallas Mavericks en el quinto asalto de la final de la NBA.

Si fueron 42 puntos y 13 rebotes en el tercer partido y 36 tantos dos días más tarde, Wade se fue en esta ocasión hasta los 43 puntos, su récord en 'play-offs', para terminar de dar la vuelta a una serie que salió con 2-0 en contra de Dallas, pero que regresará a la ciudad texana con 'match-ball' para los de Miami.

'Flash', imparable a lo largo de toda la noche por la defensa de los 'Mavs', tuvo además el acierto en los dos tiros libres a falta de 1,9 segundos que sentenciaron el choque.

El último tiro de Dallas, un lanzamiento desde media cancha de Devin Harris, no encontró el aro y confirmó que los Heat tienen en su mano el ser campeones esta temporada.

Y es que el encuentro volvió a ser una lucha sin cuartel entre los dos equipos, por méritos más que demostrados, más fuertes de la mejor Liga del mundo. Los Mavericks mostraron sus mejores armas, con Jason Terry (35 puntos y cinco rebotes) y Josh Howard (25 tantos y 10 capturas) como mejores elementos.

Por los Heat, además de Wade, destacaron Shaquille O'Neal (18 puntos y 12 rebotes), que volvió a imponer su ley en la pintura, y el suplente James Posey (10 tantos).

Dallas tuvo su oportunidad en el encuentro antes de que concluyera el tiempo reglamentario, pero sufrió, como no, a un Wade imparable (93-93) que mandó al equipo al tiempo adicional.

Incluso Nowitzki (20 puntos), nuevamente apagado, convirtió la canasta que ponía el 100-99, con 9.1 segundos por jugar. Pero una falta del propio alemán sobre Wade fue el final.

Ni en esos momentos los Mavericks tuvieron la cabeza fría para elegir la mejor situación. Un error de Josh Howard, que pidió de manera errónea el último tiempo muerto no les dio la oportunidad de sacar desde el centro del campo, con lo que el tiro de Harris fue prácticamente imposible.