BARCELONA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Winterthur FC Barcelona se enfrenta hoy al CSKA de Moscú en las semifinales de la Euroliga, reedición del partido que hace tres años llevó al Barça a la final que le dio la primera Copa de Europa de su historia.
Fue aquella la última de las nueve finales a cuatro que ha jugado el Barcelona y la situación era bien diferente. Era el anfitrión, jugaba con el apoyo de su afición en el Palau Sant Jordi de Barcelona y partía como principal favorito.
El Barcelona que dirigía Svetislav Pesic desde el banco y Dejan Bodiroga en la pista se impuso al CSKA de Moscú en la semifinal y al Benetton de Treviso en la final. Ahora, se reencuentra con el CSKA, aunque para nada es el favorito.
El equipo de Dusko Ivanovic ha llegado a Praga a pesar de su trayectoria irregular en el primer año del nuevo proyecto comandado por el ex entrenador del Tau, con el que fue subcampeón el año pasado, y por Zoran Savic.
CUARTO INTENTO CONSECUTIVO DEL CSKA.
En todo caso, la apuesta de la junta de Laporta por la pareja Ivanovic-Savic, después de desmantelar el equipo campeón de 2003 y de numerosos y polémicos cambios en la sección de baloncesto, ha dado ya sus primeros frutos.
El Barcelona está en la final a cuatro y luchará por proclamarse campeón de Europa por segunda vez. El baloncesto puede dar al Barça la primera corona de un año en el que también puede llegar la segunda Copa de Europa de fútbol.
Llega, sin embargo, la hora de la verdad. El Barcelona se enfrenta al CSKA, un equipo llamado a la conquista de Europa, que se ha quedado los tres últimos años a las puertas de la final, cayendo en las semifinales de la 'final four'.
El campeón ruso cuenta este año con un nuevo entrenador de experiencia, el italiano Ettore Messina, para acabar con el gafe. El CSKA sufrió el año pasado su derrota más dolorosa, como anfitrión en Moscú, ante el Tau de Ivanovic.
Además, también cayó en semifinales en los años 2004 y 2003, ante el Maccabi y el Barcelona, a la postre campeones de aquellas ediciones. Ahora, quiere resarcirse en Praga, escenario de la primera fase final sin un equipo anfitrión.
IVANOVIC-MESSINA, DUELO DE ALTURA
El duelo está servido. Ivanovic contra Messina, dos 'gatos viejos'. El italiano tiene dos Euroligas, ambas dirigiendo a la Virtus de Bolonia; y el serbio, dos como jugador con la Jugoplastika de Split y quiere la primera como técnico.
Ivanovic llega a la cita sin sentirse favorito y con ganas de desquitarse de sus decepciones con el Tau la pasada campaña --subcampeón de la Euroliga y también de la ACB--, con un equipo que lidera Juan Carlos Navarro.
Navarro, uno de los supervivientes del éxito de 2003, junto a Gregor Fucka y Rodrigo De la Fuente, es la referencia, aunque también se espera mucho de un veterano como Denis Marconato o del americano Shammond Williams.
Messina, por su parte, llega a Praga con un equipo reconstruido que ha sabido sobreponerse a la lesión de su figura, David Andersen, y que, para Ivanovic, es ahora "más equipo y más peligroso" que antes de la baja del australiano.
El CSKA cuenta entre sus hombres más destacados con el pívot esloveno Matjaz Smodis, acompañado por el ruso Aleksey Savrasenko. La batuta sigue siendo para el americano John Holden y brilla también su compatriota Trajan Langdon.
Holden, Langdon y el también estadounidense David Vanterpool son los jugadores a seguir el tiro exterior, además del griego Theodoros Papaloukas. En la pintura, ojo con Smodis y Savrasenko y con el ruso Sergei Panov.
EL CSKA BUSCA QUINTA COPA EUROPA; EL BARÇA LA SEGUNDA
El club moscovita buscará en Praga la quinta Copa de Europa de su historia, la primera en los tiempos modernos del baloncesto. La última que ganó fue en 1971 y las anteriores en 1961, 1963 y 1969, dos de ellas ante el Real Madrid.
Para el Barcelona, es la posibilidad de conseguir la segunda.
Aunque no le falta experiencia en finales. Será su novena final a cuatro, aunque además ha jugado otra final, en el anterior formato, la que perdió en 1984 ante el Banco di Roma.
El Barça ha sido subcampeón cinco veces --dos con la Jugoplastika Split, una ante Banco di Roma, Panathinaikos y Olympiacos-- y en otras tres se quedó en las semifinales --una con Jugoplastika, Joventut de Badalona y Maccabi--.