MIAMI, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Dwayne Wade demostró que puede ser ese heredero de Michael Jordan, por encima de nombres como Kobe Bryant, Tracy McGrady o LeBron James, que busca desde hace años la NBA y con una sensacional actuación dio la primera victoria (98-96) a los Heat de Miami en la final ante Dallas Mavericks.
Wade fue esa mano salvadora que apareció al rescate de su equipo cuando más lo necesita y, con 42 puntos, fue la fuerza de Miami para llevar a cabo una gran remontada en el cuarto final que permitió acercarse a los de Florida a 2-1 en la lucha por el anillo de campeones.
"Esto todavía no se termina. Como equipo simplemente salimos a la cancha y pensamos que si ellos ganaban el partido, la temporada estaría cerca de concluir para nosotros. Salimos, corrimos para realizar nuestros ataques, impusimos una buena defensa, remontamos y ganamos el partido", destacó Wade.
Y es que después de haber llevado a cabo un inicio arrollador en el encuentro (29-21, min. 12), los Heat comenzaron a partir de ese momento a ir perdiendo fuerza ante un conjunto de Dallas que poco a poco iba teniendo cada vez más presencia, a pesar de que consiguieron llegar al descanso con una renta de nueve tantos (52-43).
Sin embargo, tras la reanudación el rumbo del partido dio un vuelco espectacular. Los Mavericks se hicieron amos en todas las parcelas del juego y tomaron las riendas rápidamente para ponerse arriba en el marcador después de muchos minutos a remolque (55-54).
El alemán Dirk Nowitzki (30 puntos y siete rebotes), Jason Terry (16), Josh Howard (21) y el pívot Erick Dampier (14 tantos y nueve capturas), que mantuvo el tipo nuevamente ante el poderío de Shaquille O'Neal (16 puntos y 11 rebotes) llevaron a los Heat contra las cuerdas.
El momento crítico se produjo a falta de seis minutos y medio para el final, cuando Miami se vio 13 puntos abajo (89-76) y muy cerca de ver como se ponía el 3-0 a favor de Dallas en la serie final por el título.
Fue entonces cuando Wade, con cinco faltas, surgió en toda su grandeza y obró el milagro para su equipo. Dos canastas de dos y un triple arrimaron nuevamente a los Heat a la pelea (91-88).
Dallas, que encajó un parcial de 20-7 en ese tramo final de encuentro, se desfondó en el momento de la verdad ante la omnipresencia de 'Flash'. Hasta a Nowitzki le tembló la mano en esos instantes. El germano, con dos tiros libres para llevar el choque a la prórroga, demostró que es humano y, a pesar de ser prácticamente infalible desde esa distancia, erró el segundo para dejar en bandeja la victoria a Miami.