ATENAS, 6 May. (EUROPA PRESS)
El Unicaja de Málaga logró finalmente subirse al podio de la Euroliga en tercera posición tras vencer en la final de consolación al Tau Cerámica por 74 a 76 en un partido en el que la máxima cita continental se reencontró con el buen juego después de los decepcionantes partidos de semifinales.
El equipo andaluz se adjudicó el bronce de la Euroliga en un final agónico de partido en el que sólo una penetración sobre la bocina de Marcus Brown decantó la balanza en su favor. El conjunto de Sergio Scariolo logró con esta victoria, amén del premio menor de la tercera plaza, la condición de cabeza de serie en el sorteo de la próxima edición de la máxima competición continental.
Enfrente, los de Bozidar Maljkovic, quien fue abucheado a su entrada por los más de 1.000 espectadores baskonistas que se dieron cita en el OAKA Center, cierran de la peor manera posible su tercera participación consecutiva en la final a cuatro.
El Unicaja dio finalmente 'la campanada' en la final de consolación. Contra todo pronóstico, los andaluces, que ya de por sí eran los peores valorados en las apuestas para esta 'final four', más aún si cabe si se cuenta con las ausencias de última hora de dos jugadores clave como Carlos Cabezas y 'Berni' Rodríguez, lograron una victoria ante un TAU que dominó la mayor parte del partido.
En un encuentro en el que el mejor baloncesto volvió a estar patente en Europa, con una anotación final bastante digna por parte de ambos equipos y muchos menos fallos que en los dos encuentros de semifinales, el TAU, que acusó las bajas de los turcos Erdogan y Peker, mostró más recursos ofensivos que sus rivales, condenados durante la mayor parte del partido a su suerte desde la línea de tres. Sin embargo, la fortuna quiso hoy sonreir a los malagueños y su supremacía en el tiro exterior bien valió el bronce europeo.
Tras los paupérrimos porcentajes de las semifinales, fue de agradecer el duelo en el perímetro entre el flamante máximo anotador de la Euroliga, Igor Rakocevic (4/8), y Marko Tusek (5/6), que además fueron los máximos anotadores de sus equipos.
Sin embargo, pese al extraordinario tino de los malagueños en el lanzamiento exterior, el Unicaja perdió la 'batalla' del juego interior con creces. El TAU consiguió casi el doble de puntos que sus rivales en la 'pintura' y sólo las labores de contención de Florient Pietrus en Unicaja impidió que el 'chaparrón' interior del tándem Scola-Splitter fuera mayor.
Pero pese a ir a remolque durante casi todo el partido, el Unicaja comenzó fuerte el cuarto periodo, y el parcial de 13-25, obtenido en el último cuarto, fue la llave de la victoria a los andaluces. Tuvieron que sufrir los de Scariolo, que veían como se acercaban poco a poco en el electrónico, pero sin llegar a estar parejos con los vitorianos.
El momento de la paridad en el marcador llegaría en el último minuto, en el que el intercambio de canastas parecía incesante. Sin embargo, un error ofensivo de Scola dio la ventaja momentánea al Unicaja en el electrónico y, después de que el Baskonia empatase el partido a falta de 8 segundos, Marcus Brown tuvo tiempo suficiente para recorrer la pista y aprovechar un aclarado para penetrar y conseguir la canasta de la victoria sobre la bocina.
La hazaña de Brown supone un premio de consolación a la andadura del mejor Unicaja de la historia, que por primera vez consiguió 'colarse' en la final a cuatro de la máxima competición europea de baloncesto.
