MADRID 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Ángel García Lacuesta, Inspector funcionario farmacéutico enviado por la Comunidad de Madrid al registro de la clínica del doctor Merino Bartres durante la 'Operación Puerto', ha asegurado que en el inmueble situado en la calle Zurbano no había "ningún medicamento prohibido" y ha recordado que todos los medicamentos "no autorizados en España suponen un riesgo para la salud pública", caso de la caja de EPO china perteneciente a Eufemiano Fuentes encontrada en el piso de la calle Alonso Cano.
El perito explicó durante su declaración que recuerda nítidamente el registro en Zurbano, a donde fue citado por la Guardia Civil "solo para asesorar sobre los medicamentos que se pudieran encontrar".
Sin embargo, no recordó si el segundo piso al que fue citado correspondía al de Alonso Cano o Caídos de la División Azul -los dos inmuebles en los que operaba la trama-, y las actas mostradas por la jueza Julia Patricia Santamaría demostraron que su firma no figuraba en ninguno de los dos registros, por lo que se trasladó "andando desde Zurbano" a uno de los dos pisos, pero no llegó a entrar.
"Ningún medicamento (encontrado en Zurbano) estaba prohibido, todos eran nacionales y de uso autorizado por la Agencia Española del Medicamento. Todos eran comercializados en España. Si me hubieran enseñado un medicamento no autorizado en otro piso por supuesto que lo recordaría", señaló durante su declaración, aclarando que los "pocos medicamentos autorizados por la Agencia Europea del Medicamento" también son legales.
"Los agentes me fueron preguntando por algún producto. No miré si había medicamentos caducados. Había una nevera tipo doméstico normal, sin cierre especial, como las que hay en cualquier consulta médico en la Comunidad de Madrid, de 1.70 metros. No tenía ningún sistema de seguridad y creo que había hormonas de crecimiento pero no estoy seguro, sí de que había bolsas de sangre. No nos llevamos nada y cuando salimos seguían los agentes de la Guardia Civil", relató García Lacuesta.
El perito, que llegó a la calle Zurbano con el "registro hecho", explicó las consecuencias de traer medicamentos de China, caso de la caja de EPO intervenida en la calle Alonso Cano y que Eufemiano Fuentes aseguró que era para el tratamiento de cáncer de su hija. "Esos medicamentos vienen en barcos, con malas condiciones de transporte y no tienen validez. Serían un riesgo para la salud pública", zanjó.