22 May 2022, Italy, Cogne: Cyclists compete in the 15th stage of the 105th edition of the Giro d'Italia cycling race, 177 km from Rivarolo Canavese to Cogne. Photo: Fabio Ferrari/LaPresse via ZUMA Press/dpa
22 May 2022, Italy, Cogne: Cyclists compete in the 15th stage of the 105th edition of the Giro d'Italia cycling race, 177 km from Rivarolo Canavese to Cogne. Photo: Fabio Ferrari/LaPresse via ZUMA Press/dpa - Fabio Ferrari/LaPresse via ZUMA / DPA
Publicado: lunes, 23 mayo 2022 17:25

BARCELONA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El Giro de Italia afronta su última semana y poco margen hay ya para el conformismo y para el ir a verlas venir, con el mítico Mortirolo de camino a la meta en Aprica este martes, el paso por la Marmolada y la contrarreloj final, con subida incluida, en Verona dispuestos a ser los jueces de esta 105 edición de la 'Corsa Rosa' liderada en estos momentos por Richard Carapaz (INEOS Grenadiers).

Tras la última jornada de descanso, la carrera se retoma con una etapa cinco estrellas, la que muchos consideran la 'reina'. Serán 202 kilómetros con 5250 metros de desnivel acumulado entre Sal y Aprica, en una jornada sin final en alto pero que puede, si el pelotón quiere, ser histórica.

Y lo sería por subir el Goletto di Cadino --ausente desde 1998 y feudo de Pantani--, el siempre exigente y necesario Passo del Mortirolo y una subida a Santa Cristina donde en el pasado se vio un duelo Pantani-Indurain que quedó para los anales de la historia.

Se subirá además el Passo de Mortirolo (12,6 kilómetros al 7,6 por ciento) desde el lado de Monno, por una carretera que se vuelve estrecha y empinada a 3 kilómetros de la cumbre. Y tras la subida final del Valico di Santa Cristina llegará una bajada rápida y exigente para luego llegar a la meta tras un tramo final al 3 por ciento donde echar el resto.

Al día siguiente, la decimoséptima etapa entre Ponte di Legno y Lavarone, de 168 kilómetros, puede ser atractiva por su recorrido atípico, dividida en dos partes montañosas y con una subida de inicio, nada más bajarse la bandera. Un largo descenso llevará al pelotón hasta el segundo tramo, con tres puertos --incluidos el Passo del Vetriolo (1) y Monterovere (1)-- y un final picando hacia arriba.

Se subirá en esta etapa el paso de Vetriolo por un lado que no se ve y la subida de Menador irá por sus curvas cerradas y túneles típicos excavados en la roca por motivos bélicos. Será la previa al puerto de Monterovere, donde calentar piernas para una llegada donde sólo llegarán en cabeza los más fuertes.

Tras estas dos jornadas de montaña, la decimoctava etapa será la última ocasión para una fuga clara o llegada al esprint, con una jornada que irá en descenso ligero entre Borgo Valsugana y Treviso, sobre 156 kilómetros.

La excursión a la Eslovenia de los ausentes Tadej Pogacar o Primoz Roglic marcará también parte de este Giro 2022. Será en la etapa entre Marano Lagunare y el Santuario di Castelmonte, sobre 177 kilómetros y con 3.230 metros de desnivel.

Una etapa con trampas y final en alto --en 'muretes' del 14 por ciento en la subida al santuario-- y con un puerto inédito, el esloveno Monte Kolovrat, con 10 kilómetros a casi el 10 por ciento de pendiente media y tramos máximos varios del 15 por ciento, pese a que incluye un tramo llano donde respirar.

Y no podían faltar a la cita los Dolomitas, que tendrán una etapa para quitar el hipo entre Belluno y Marmolada, con 168 kilómetros y 4.490 metros de desnivel acumulado, que será además el último final en alto del Giro de Italia 2022.

Será un último tríptico de subidas con el Paso San Pellegrino (pendientes de más del 15 por ciento después de Falcade), seguido del Paso Pordoi (Cima Coppi 2022, la cima más alta de todo el recorrido) y, finalmente, el Passo Fedaia con la famosa Malga Ciapela de frente en la Marmolada, ausente 14 años en el Giro y que siempre tiene pendientes de más del 10 por ciento y llega a casi 19 de máxima.

El Giro de Italia 2022 terminará en la ciudad de Verona con una contrarreloj individual de 17,4 kilómetros con una ascensión de cuarta categoría que podría hacer cambiar la general individual y ser el juez final de la 'Corsa rosa', si no está ya decidida previamente.

Los corredores se medirán en esta última etapa a un recorrido por las calles de Verona que incluye una subida al 5 por ciento de pendiente media y "escalones" con grandes rampas, que dará paso a 4 kilómetros de descenso para afrontar unos últimos 3.000 metros por la ciudad, hasta la llegada en la Piazza Bra y la Arena.

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