Fútbol.- El Barcelona despide un ciclo de éxitos y consuma el fracaso de una temporada de decepciones

Actualizado: lunes, 18 junio 2007 2:11

BARCELONA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

El FC Barcelona consumó en Tarragona, pese a su goleada ante el Nàstic, el fracaso de una temporada que despide un ciclo de éxitos, en la que partía con reto de ganar siete títulos y que concluye con dos trofeos menores (Supercopa de España y Copa Catalunya).

El equipo que dirige Frank Rijkaard no pudo lograr su tercera Liga consecutiva, pendiente en la última jornada de un tropiezo del Real Madrid ante el Mallorca en el Santiago Bernabéu, después de haber desaprovechado una ocasión inmejorable en la penúltima jornada.

Los azulgrana habían desperdiciado a lo largo del curso numerosas oportunidades para sentenciar la Liga, pero la definitiva fue hace una semana, cuando cedió un empate en el último minuto ante el RCD Espanyol en el Camp Nou que dejó la Liga en manos del Madrid.

Las ilusiones de los barcelonistas se derrumbaron cuando Raúl Tamudo puso el 2-2 final en el derbi, a la vez que el Madrid lograba la igualada en Zaragoza, pero la esperanza de revalidar el éxito en la Liga aguardaba una última oportunidad que dependía del Mallorca.

El Barcelona, esta vez sí, cumplió su parte ganando en Tarragona, pero no llegó el 'milagro', aunque el Barcelona fue campeón durante una hora y cinco minutos, desde el 15, después del 0-1 de Varela para el Mallorca en el Bernabéu, hasta el 80, cuando Diarra firmó el 2-1.

Finalmente, el Madrid remontó y acabó con la esperanza de los culés, en una noche en la que el barcelonismo soñaba con repetir las experiencias del 'Dream Team' de Johan Cruyff a principios de los 90, cuando ganó tres de sus cuatro Ligas en la última jornada.

El Mallorca estuvo cerca de emular al Tenerife, que le birló dos Ligas al Madrid que se celebraron en el Camp Nou (1991/92 y 92/93), a las que el Barça sumó la siguiente gracias al penalti fallado porDjukic ante el Valencia que frustró el sueño del club gallego.

Esta vez, la fortuna no sonrió al Barça de Rijkaard en el final de una campaña marcada por su irregularidad que comenzó con el reto de sumar siete títulos y que acaba con dos trofeos menores, la Supercopa de España y la Copa Catalunya, ambos ganados ante el Espanyol.

El equipo catalán ofreció decepciones en la Liga de Campeones, donde estuvo lejos de llegar a luchar por la defensa del título, el Mundial de clubes y la Supercopa de Europa, y también en la Liga, donde no ha sido capaz de ganar casi ninguno de los grandes partidos.

El Barcelona fue apeado de la 'Champions' en octavos de final por el Liverpool, tras haber sufrido para superar la fase de grupos, donde no pudo con el Chelsea y pasó ganando al Werder Bremen en la última jornada, y también falló sus otros dos retos internacionales.

El Sevilla fue el primero en golpear al Barcelona, al que venció por 3-0 en la final de la Supercopa europea en Mónaco a principios de curso. Muchos lo vieron como un toque de atención para un equipo que venía de ganar la Liga de Campeones y la Liga, pero no fue así.

El Barcelona también defraudó, en diciembre, en el Mundial de clubes, y fue derrotado en la final por el Internacional de Porto Alegre brasileño (2-1). En la Liga, no ha sido capaz de puntuar en los campos de los cinco primeros ni pudo vencer al Real Madrid.

Los azulgrana cayeron en el Bernabéu (2-0) en la primera vuelta y empataron en el clásico en el Camp Nou (3-3) en la segunda, y tampoco pudieron vencer al Valencia, entre otros. Acaba la Liga invicto como local, aunque habiendo dejado escapar 10 puntos (cinco empates).

Dos de ellos, ante el Betis y el Espanyol en los últimos minutos, determinantes en el tramo final del campeonato, aunque han sido más los partidos en que el Barça, como visitante, no supo sentenciar la pugna por la Liga (Madrid, Zaragoza, Valencia y Sevilla).

Daba la sensación de que el Barcelona, pese a los problemas por las largas lesiones de Eto'o y Messi, se veía capaz de liquidar el campeonato en cuanto decidiera arrancar, pero se encontró con un Real Madrid en racha que mantuvo la emoción hasta el último día.

Todo ello, a pesar de las exhibiciones de Leo Messi en la parte final del campeonato. El joven delantero argentino se consagró como uno de los grandes 'cracks' del momento, tirando del equipo en los momentos decisivos y emulando al mítico Diego Armando Maradona.

Lo hizo, primero, con un gol ante el Getafe que recordó el tanto en jugada personal desde el centro del campo hasta la portería de Maradona en el Argentina-Inglaterra del Mundial de Mexico'86, considerado uno de los mejores goles de todos los tiempos.

Fue en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey (5-2), pero el Barcelona encajó su mayor derrota en el partido de vuelta (4-0) y quedó fuera de la final. Otra decepción en un camino en que a los malos resultados se sumaron los problemas internos.

El día que Samuel Eto'o se soltó la lengua en Vilafranca, cuandoel camerunés criticó al entrenador Frank Rijkaard y a su compañero Ronaldinho, además de destapar otras cuestiones que revelaban que el vestuario ya no era un ejemplo de armonía, encendió la mecha.

Las ausencias de Ronaldinho en los entrenamientos, la vida nocturna de algunos jugadores, que llevó al veterano Edmílson a pedir públicamente más trabajo, y, en definitiva, la sensación general de llegar al final de un ciclo, avivaron las dudas sobre el futuro.

Ahora, perdida también la Liga, la junta de Joan Laporta afronta su primer gran fracaso y la gestión del final de un ciclo que traerá consigo una renovación del equipo, en la que está por ver la continuidad de sus grandes figuras, como Ronaldinho, Eto'o y Deco.

La posible llegada del delantero Thierry Henry puede ser el primer golpe de efecto como revulsivo para el Barça de cara al próximo curso, ante el que se da por seguro un buen número de bajas, de jugadores como Saviola, Motta, Ezquerro, Giuly y Edmílson, entre otros.