MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La fiesta del fútbol africano, la Copa de África, clausura su edición de 2013 este domingo, con una final inédita entre la renacida Nigeria de Stephen Keshi y un invitado sorpresa, personificado en la selección de Burkina Faso, por quien nadie habría apostado nada al inicio de la competición, pero tratará de seguir alimentando su sueño sobre el césped del Soccer City de Johannesburgo (19.00/Eurosport), para cerrar su mejor participación en la historia con la conquista del cetro continental.
Una selección presenta sus credenciales para pasar página a la época dorada de Costa de Marfíl, Ghana o Zambia --vigente campeón--. Para reencontrarse con su mejor versión, aquella que lució fútbol ofensivo en un escenario inmejorable, en la Copa del Mundo de Estados Unidos en 1994, alcanzando los cuartos de final. Fueron años gloriosos para Nigeria. Entonces, en el 94, alzaron su última Copa de África en Túnez. Incluso se volvieron a colar en cuartos cuatro años después, en la Copa del Mundo que se decidiría en la cabeza de un tal Zidane.
Sin tanto romanticismo, pero con una candidatura de solidez y contundencia, la región del oeste de África estará pendiente de sus héroes. El Golfo de Guinea botará con un combinado que ha arrollado en su camino a la final (2-1 frente a la 'todopoderosa' Costa de Marfil y 4-1 contra Mali). Su conductor, además, Stephen Keshi, llevará la batuta para consagrase como el segundo miembro de un selecto club que ha conquistado el torneo como jugador y entrenador. Y es que el conoce la esencia del triunfo, del trono africano, tras su capitanía en el exitoso campeonato del 94.
El otro protagonista de la contienda cuenta con menos historia. Se ha convertido en un habitual de la Copa de África. Sin embargo, Burkina Faso no ha subido del cuarto puesto. Esta vez tiene la oportunidad de marcar un nuevo hito, en una participación memorable en la que ya han cumplido y se pueden dar por satisfechos. Pero en el fútbol, y en cualquier deporte, se juega para ganar. Además, el homólogo de Stephen Keshi, Paul Put, tratará de redimirse conquistando un título tras ser suspendido en Bélgica por amaño de partidos.
Su participación ha sido un ejercicio continuo de superación. Una exhibición de determinación y espíritu de lucha, con partidos en los que se ha sufrido más que jugado. Ejemplo de ello fueron los cuartos de final, en la cita frente Togo. El gol que dio el pase no llegó hasta el minuto 105. Las semifinales volvieron a exigir el máximo, frente a una selección superior sobre el papel --Ghana--, y un árbitro que ha acabado suspendido por la Confederación Africana de Fútbol (CAF) debido a su pésima actuación: Slim Jdidi.
Precisamente la mala actuación del colegiado tunecino ha provocado que Burkina Faso recupere a uno de sus hombres más importantes. El ariete del Rannes francés, Jonathan Pitroipa disputará la gran cita ya que la CAF le ha quitado la segunda amarilla que vio en semifinales y propició su expulsión. Se le acusaba de dejarse caer dentro del área y fue expulsado, cuando el penalti debió haberse señalado. No jugará su principal estrella, el centrocampista Alain Traoré, lesionado.
Así pues, se presenta un duelo de estilos llevados a su máxima. Una goleada frente a un pase a contracorriente en los penaltis. Con 1960 como fecha de independencia común, el partido muestra un duelo de progresiones. El ágil crecimiento nigeriano frente al paulatino florecimiento de 'Los Potros', que no adquirieron la denominación que hoy tiene como estado hasta el 1984.
PERSONALIDADES DEL CHOQUE.
Ambas selecciones ya se vieron las caras en la fase de grupos, en el primer encuentro. Entonces empataron, fiel al estilo de Burkina Faso, con un gol del lesionado Alain Traoré en el minuto 94. Anuló el tanto de Emenike y cimentó el camino que ambas selecciones han emprendido. Más allá de este empate, la diferencia del número de jugadores que militan en ligas reconocidas entre un combinado y otro es abultada, claramente favorable a Nigeria.
Los componentes del Chelsea Obi Mikel y Víctor Moses son los principales exponentes de un equipo donde también brilla el delantero del CSKA de Moscú Ahmed Musa. Hay otros conocidos en España como Ikechukwu Uche o el bético Nosa. Delante, los únicos exponentes provienen de Francia. Sin Alain Traoré, Pitroipa, Charles Kabore (O. Marsella) y Bakary Kone, entre otros, tienen acento de 'Ligue 1'. Precisamente Bakary Kone, junto a Mohamed Koffi y Paul Koulibaly, han convertido en sólida su defensa nacional.
