La última presencia española se saldó con el título del Real Madrid en 2002 BARCELONA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) - El brillante pase del FC Barcelona a la final de la Liga de Campeones, que se disputará el próximo 17 de mayo en París, permitirá al fútbol español disfrutar de un nuevo aspirante al cetro continental cuatro años después, cuando el Real Madrid se alzó con el título en Glasgow (2002). El equipo de Frank Rijkaard, que jugará la quinta final de su historia en la Copa de Europa, confirmó así su supremacia futbolística sobre el resto de grandes clubes de Europa y recoge la bandera del fútbol nacional, en los últimos años en posesión del equipo blanco. El Barça toma el testigo y regresa a una final 12 años después, cuando en Atenas el propio Milan sentenció los gloriosos años de Cruyff como inquilino del banquillo catalán. Los de Rijkaard, abanderados del fútbol preciosista y eficaz, se convirtieron en la referencia del fútbol español hace dos años y medio, y ahora ven culminada su trayectoria con el pase a la final, después de haber acumulado un merecido título de Liga y acariciar el segundo consecutivo. El pase a la final del Barça cierra además una temporada brillante de los españoles en el Viejo Continente, que no se pudo culminar por el mal fario del Villarreal ante el Arsenal en El Madrigal y un penalti de Riquelme que no quiso entrar. El fútbol nacional al menos pudo disfrutar de dos semifinalistas, un escenario que no se producía desde hacía cuatro temporadas. De esta forma, superada la frustración de la pasada campaña, con el Real Madrid y el FC Barcelona eliminados en octavos, la Liga española recupera el brillo en Europa del último lustro, en el que incluso se permitió el lujo de protagonizar una final exclusivamente española, en 2000 entre Real Madrid y Valencia, en la máxima competición de clubes. El pase del Villarreal y del Barcelona a las semifinales recuperó el color nacional en la 'Champions', donde España ha protagonizado en los últimos años notables alegrías, aunque todavía falte la mayor, que el FC Barcelona pueda festejar en París su segunda Copa de Europa y la undécima del fútbol español.
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